El cometa que rozará Marte, bajo la lupa del Observatorio Astronómico de Córdoba

El 19 de octubre, el núcleo del cometa Siding Spring pasará a 132 mil kilómetros de Marte, pero se prevé que la nube de polvo y gas que lo rodea colisione con la atmósfera del planeta rojo. Esa interacción se convertirá en un laboratorio experimental poco frecuente, que permitirá recabar información esencial para el estudio de este tipo de fenómenos. Miembros del Grupo de Astrometría y Fotometría del OAC vienen documentando la trayectoria de este objeto desde su descubrimiento, en enero de 2013. [15.10.2014]

El 3 de enero de 2013, desde Australia, el astrónomo Robert McNaught descubrió el cometa C/2013 A1 Siding Spring. Horas más tarde, miembros del Grupo de Astrometría y Fotometría (GAF) del Observatorio Astronómico de Córdoba, dependiente de la Universidad Nacional de Córdoba, confirmaron el hallazgo utilizando el telescopio mayor de la Estación Astrofísica de Bosque Alegre.

Si bien los datos iniciales pronosticaban que el Siding Spring impactaría contra Marte, mediciones posteriores permitieron precisar su rumbo: el núcleo del cometa pasará a 132 mil kilómetros de la superficie marciana, pero la nube de polvo y gas que se desprende de su superficie y lo rodea (denominada “coma”) sí colisionará con la atmósfera planetaria. El fenómeno, según explica Carlos Colazo, miembro del GAF, será un laboratorio experimental que permitirá conocer lo que sucede en ese tipo de interacciones poco frecuentes. Se espera que su paso –a una velocidad de 56 kilómetros por segundo– provoque también una lluvia de partículas sobre el planeta rojo. La oportunidad será óptima para el trabajo de la sonda espacial Mars Atmosphere and Volatile Evolution (Maven), que la Nasa lanzó el año pasado y llegó a Marte en septiembre de 2014 para estudiar precisamente su atmósfera.

Sucede que el C/2013 A1 está compuesto principalmente por hielos, de agua y dióxido de carbono, entre otros. Son materiales sólidos que por el calor del sol pasan a estado gaseoso y forman esa gran nube alrededor del núcleo que los astrónomos llaman “coma”, y a partir de la cual se forma la cola. Esta última en realidad comenzó a formarse durante el paso del cometa por Júpiter. Un dato distintivo del Siding Spring es que atravesará el sistema solar una única vez. Es un objeto que, según los especialistas, viene viajando hace un millón de años sin un rumbo definido. Su origen estaría en la Nube de Oort, una nube esférica que rodea al sistema solar y donde existen miles de millones de cometas y asteroides.

Imagen del cometa C2013 A1, en falsos colores

En la imagen, los colores falsos permiten observar la distribución de los materiales en torno al núcleo del cometa

Con todo, los cometas representan la gran amenaza desde el punto de vista astronómico, por las consecuencias catastróficas que desencadenaría un eventual impacto contra la Tierra. “Este fue descubierto hace menos de dos años y el próximo domingo rozará Marte. Veinte años atrás, el cometa Shoemaker-Levy 9 impactó en Júpiter a menos de dos años de su hallazgo. Estos episodios recientes, fortalecen la necesidad de desarrollar proyectos internacionales de búsqueda de estos objetos amenazantes para nuestro planeta, especialmente porque dejan poco tiempo para diseñar planes para evitar catástrofes”, explica Colazo, aunque reconoce que la probabilidad de que algo así ocurra pronto en la Tierra es baja.

Tras los pasos del Siding Spring

14 horas luego del descubrimiento del Siding Spring, Raúl Meliá, Carlos Colazo y Cristian Willemoes participaron en la confirmación del hallazgo mediante las capturas y mediciones realizadas con el telescopio de 1,54 metros de diámetro de la Estación Astrofísica de Bosque Alegre. Poco tiempo después, desde el Space Science Institute (California, Estados Unidos) se lanzó una campaña de seguimiento del cometa, en la que participaron los observadores de cuerpos menores del Grupo de Astrometría y Fotometría (GAF) del OAC. 

El dato curioso es que tanto Meliá como Colazo no poseen títulos universitarios en Astronomía. Son, en cambio, aficionados que trabajan hace años como miembros del GAF-OAC. Recientemente participaron en el descubrimiento de Chariklo, el primer asteroide con anillos.

Respecto al C2013 A1, Colazo, docente del Ministerio de Educación de Córdoba, señala que el trabajo consistió en fotografiarlo y determinar su ubicación. “Lo medimos tomando como referencia las estrellas del entorno y de esa forma fue posible determinar con precisión las distintas coordenadas del objeto, en diferentes momentos”, explica.

Representación de las órbitas planetarias y la trayectoria del cometa C/2013 A1 Siding Spring

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