Los mapas de la Independencia

La Noche de los 200 años | El 8 de julio, los museos de la UNC abrirán sus puertas de 20 a 2 de la madrugada. Será una “noche de vigilia” para conmemorar el Bicentenario de la Declaración de la Independencia. Habrá visitas guiadas, expresiones culturales (teatro, música, instalaciones, performances, video-arte) y experiencias lúdicas relacionadas a las colecciones que posee cada museo. Conocé en esta nota las ideas y nociones que transmitía la cartografía de comienzos del siglo XIX. [01.07.2016]

Por Lucas Gianre
Redactor UNCiencia
Secretaría de Ciencia y Tecnología – UNC
lgianre@unc.edu.ar@unc.edu.ar

La cartografía –considerada una técnica de trazado de piezas geográficas y a la vez una ciencia que estudia estos productos– representa un reflejo del conjunto de ideas y nociones que se fueron transmitiendo a través del sistema educativo y como parte de una herencia cultural colectiva.

Desde hace algunos años, el Museo Histórico de la UNC posee una valiosísima colección de cartografía antigua, con piezas que van de los siglos XVI al XX, e incluyen mapas, grabados, artículos y libros. Ver la galería de fotos.

En este invaluable conjunto –donado en 2010 a la UNC–  se encuentra una serie de mapas de América del Sur creados entre la época colonial y comienzos del siglo pasado. Integran una muestra permanente habilitada en el marco del Bicentenario de la Revolución de Mayo, celebrada el 25 de mayo de 2010.

Las piezas están escritas en inglés porque fueron elaboradas en Estados Unidos. Además de mapas y grabados en planchas de cobre, también se conservan de este período manuscritos de los personajes que encabezaron la revolución en la Argentina, libros de la época, ejemplares de “La Gazeta de Buenos Ayres” y otros documentos históricos.

Entre los objetos en exhibición destaca un mapa fechado en 1816 –y publicado 1821 por William Woodbridge, de Estados Unidos–, donde los bordes del continente aparecen resaltados en negro y algunos ríos sudamericanos están pintados en celeste, todo hecho en forma manual y con un toque artístico.

Pero quizás lo que más llame la atención en la cartografía de 1816, el año de la independencia argentina, es la propia delimitación del territorio nacional: abarcaba la actual Bolivia, una gran parte del territorio que hoy pertenece a Perú, otro tramo del sur de Brasil, casi toda la Banda Oriental (actualmente Uruguay) y el norte de Chile. Todo el Virreinato figura como “Buenos Aires”, con la parte correspondiente al Alto Perú. La Patagonia, tanto en estos mapas como en los de años siguientes, figura separada dado que por entonces todavía eran tierras ocupadas por los pueblos originarios de la zona.

Otra pieza mejor lograda técnicamente data de 1820. Reproduce límites similares y tampoco se identifica al territorio como Argentina, sino como “provincias unidas del Río de la Plata” y “Buenos Aires”.

En torno a estos mapas se destacan las ideas dominantes, producto de las revoluciones francesas y americanas de fines del siglo XIX, la invasión napoleónica en España, el rechazo de las invasiones inglesas y, por supuesto, la revolución de mayo en Argentina.

Dos preguntas, que pueden leerse en la exposición, sirven para hilvanar distintas reflexiones en torno a la muestra e invitan a pensar en la idea de la Nación forjada en los últimos 200 años: “¿Qué significa ser argentino? y ¿cuáles fueron los proyectos políticos e ideológicos que conformaron el territorio nacional?”. De esta forma, las colecciones plasman dos temas: cómo se formó la actual configuración de los límites internacionales, así como la constitución demográfica y étnica de la población.

El acervo expuesto sigue un recorrido histórico. Comienza con mapas de las épocas de la invasión europea en América, el reconocimiento del territorio, los Virreinatos del Perú y del Río de la Plata, y continúa con piezas históricas de la obra de los Jesuitas hasta su expulsión.

Tras los movimientos independentistas, con las revoluciones de mayo y la separación definitiva el 9 de julio de 1816, comenzó la construcción de un Estado, que quedó plasmada en la cartografía de la época. Un texto destacado en la muestra del Museo Histórico lo explica así: “(Se inicia) otro proyecto que se comienza con la conquista efectiva de un territorio formalmente argentino por herencia colonial, pero dominado por un otro étnico que hubo de ser violentamente exterminado y reemplazado por el blanco europeo. Cumplido este proceso, conocido como ‘la conquista del desierto’, se inicia el camino hacia un nuevo mito territorial, una nueva ‘Argentina posible’: la Argentina extraterritorial, ‘oceánica’ o ‘antártica’, visión predominante en la Argentina del Centenario”.  
Para mayor información, visitar el sitio de La Noche de los 200 años en la UNC.