Estudian la ecolocación humana, una habilidad que permite ver con los oídos
ESTUDIOS DE PERCEPCIÓN | Claudia Arias es directora de una de las líneas de investigación interdisciplinarias del Centro de Investigación y Transferencia en Acústica (CINTRA) de la Facultad Regional Córdoba de la Universidad Tecnológica Nacional (unidad asociada al CONICET), que estudia la ecolocación humana. Este fenómeno es definido como la habilidad para localizar e identificar objetos que no se ven, a partir de la información contenida en los ecos y reflexiones sonoras.
«Los animales y las personas que ecolocan, autoproducen sonidos con el propósito específico de generar reflexiones y obtener datos del entorno», indica la directora e investigadora del CONICET.
En el marco de los paradigmas cognitivos y ecológicos más recientes de la percepción, el equipo considera a la ecolocación como un Sistema de Sustitución Sensorial (SSS) «natural» del tipo «viendo con los oídos», innato del ser humano.
«Hay SSS artificiales, pero la ecolocación es natural: el individuo modula la acción a través de la autoproducción de sonidos y movimientos exploratorios con la cabeza o con el bastón para controlar la percepción», dice Arias.
Esta sustitución sensorial es posible por la plasticidad del cerebro. En el caso de la ecolocación, el «dispositivo» que convierte los datos sensoriales que el sujeto no puede procesar por su discapacidad (imágenes visuales en la ceguera) en estímulos sensoriales de otra modalidad intacta (tacto o audición), es el sistema nervioso central, según plantea la investigadora.
«Desarrollar esa habilidad es crucial para la movilidad eficiente de la persona ciega, quien se apoya principalmente en la audición y el tacto activo (háptico) para superar las limitaciones que impone su ceguera», manifiesta.
Esta línea de investigación lleva más de 25 años de trabajo con el objetivo de construir una perspectiva teórica de la ecolocación humana que integre aspectos percepto-motores y cognitivos, evolutivos y acústicos. Arias señala que, además, pretenden sentar las bases científicas de un programa de entrenamiento para que la persona ciega mejore su movilidad.
Los trabajos
Con la asistencia de tres sistemas-herramientas, diseñados y construidos por el equipo, los investigadores llevaron a cabo diversas pruebas para analizar la ecolocación a distancias cercanas y su relación con dos fenómenos de fusión auditiva: la altura tonal de la repetición y el efecto precedente (ver Figuras). En otras experiencias, compararon las funciones auditivas periféricas y centrales de personas ciegas con buena habilidad de ecolocación y otras con visión normal.
Además, indagaron el fenómeno de la «visión facial», que es la sensación cutánea que algunos individuos ciegos y con visión normal ocluída, sienten en el rostro ante la cercanía del obstáculo.
Uno de los proyectos en curso, financiado por CONICET, caracteriza los movimientos de cabeza que realizan los adultos con y sin discapacidad sensorial (ceguera o sordera profunda unilateral) en tres pruebas auditivas: localización de sonidos directos, sonidos reflejados y prueba de ecolocación. «Los resultados apuntan a favor de la existencia de una coordinación entre los movimientos de la cabeza y la posición de la fuente sonora que se percibe», explica Arias.
En tanto, Mercedes Hüg, una integrante del grupo, analiza los aspectos evolutivos de los dos fenómenos de fusión auditiva. En su trabajo con niños de 6, 12 y 18 meses con y sin discapacidad visual detectó que los chicos sin discapacidad, a los 6 meses, lograron localizar una fuente sonora sin ayuda de la visión. «Se guiaron por información auditiva para discriminar si un juguete sonoro estaba o no al alcance de sus manos. Esto apunta en la misma dirección que los estudios de referencia», describe Hüg.
Nuevas teorías
El equipo desarrolla nuevos proyectos que trabajarán con la más reciente teoría perceptual: el acoplamiento sensorio motor, la cual plantea que la acción es inseparable de la sensación, en la estructuración de los preceptos. «A partir de la exploración activa, el sujeto busca y construye reglas que expresan el acoplamiento entre la acción que realiza y el cambio en sus sensaciones» puntualiza Arias.
Las iniciativas están íntimamente relacionadas e incluyen progresivamente a las personas ciegas. Una de las propuestas financiada por SECYT a partir de este año, indaga el proceso de localización y reconocimiento de objetos, y la actividad exploratoria correspondiente, que realizan adultos y niños sin discapacidad sensorial equipados con SSS (natural y artificial). También existe un proyecto doctoral que analiza estos procesos pero en adultos ciegos y con visión normal.
En proceso de evaluación para subsidio se encuentra la tercer propuesta que busca caracterizar las habilidades de localización y reconocimiento de objetos y de navegación auditiva en ambientes virtuales, en niños y adultos ciegos y con visión normal equipados con SSS o con programas específicos de computación.
Fecha de publicación: 10 abril, 2009