Concurso de pintura sobre Darwin y el origen de las especies

Las trabajos presentados deben hacer referencia a este científico y su teoría de la evolución en general, como así también a temas subyacentes como selección natural, azar, lucha por la existencia, genealogía, biología evolutiva u origen de las especies, entre otros.

Serán admitidas obras originales e inéditas de pintura, en todas sus expresiones, y serán expuestas en la Academia Nacional de Ciencias, en Vélez Sársfield 229, Córdoba, del 4 al 27 de noviembre de 2009.

Las obras deberán ir acompañadas por un breve texto que explicite el concepto que se intenta transmitir y  deberán ser entregadas en el stand de Comunicación de la Secretaría de Extensión Universitaria (en planta baja del Pabellón Argentina, Ciudad Universitaria) del 26 al 30 de octubre de 2009, en el horario de 9 a 12.

El primer premio Adquisición del Banco Santander recibirá tres mil pesos y diploma; el segundo, Adquisición UNC, 1.500 pesos y diploma; y se otorgarán tres diplomas como menciones honoríficas. Las bases pueden descargarse del portal web de la UNC [link directo: www.unc.edu.ar/darwin/basessalondepintura].

La fundamentación del certamen

En 2009, se cumple el 200 aniversario del nacimiento de Charles Robert Darwin y los 150 años de la publicación de su libro "El origen de las especies".

Ciertamente, Darwin no fue el primero que propuso la evolución como idea acerca del origen de las especies. Otros filósofos, como Buffon o más explícitamente Lamarck, lo habían sugerido previamente. Sin embargo, Darwin fue el primero en elaborar una propuesta detallada y exhaustiva acerca de cómo fue dicho proceso. En este sentido, fue un pensador extremadamente creativo que combinó las observaciones científicas con ideas sociológico-culturales del momento.

Su teoría fue tan original como perturbadora. Las variaciones naturales al azar sumadas a la selección natural, como procesos explicativos de la diversidad biológica, contrastaron fuertemente con el diseño inteligente e inamovible de un dios benevolente. En su momento, pocas personas estuvieron dispuestas a aceptar la posibilidad de que la selección natural no era una decisión divina o que estuviese racionalmente estructurada por una teleología cósmica. La selección de especies adaptadas a un ambiente cambiante, promoviendo la desaparición de aquellas variaciones no preparadas para el mismo en una inexorable lucha por la supervivencia, era una idea, como poco, indigesta. Menos tolerable aún, era la idea de que todos los organismos biológicos tienen un ancestro común y que la evolución adaptativa es esencialmente un proceso sin dirección predeterminada, sino más bien abierta.

Las ideas de Darwin, aparecieron para echar por tierra la antigua idea de las especies como tipos idealizados, elementos fijos en un orden natural claramente definido. Más allá del valor en el campo de la biología a la hora de explicar los procesos que han llevado a interpretar la vida tal cual la concebimos hoy, las ideas de cambios indefinidos mediados por azar, la selección natural y la lucha por la existencia en lugar de un diseño divino y una teleología cósmica, sin dudas han significado un cambio paradigmático en la humanidad. Desde aquella época hasta nuestros días, las ideas de Darwin han inspirado imágenes poderosas y han constituido un modo de interpretar la realidad que no sólo ha influido en las ciencias, sino también en las humanidades y en el arte.

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Fecha de publicación: 15 septiembre, 2009