Con.Sumo.Cuidado: información científica para reducir los riesgos asociados al consumo de drogas

Es un portal web que, bajo el enfoque de reducción de daños, ofrece información basada en evidencia científica para que las personas puedan tomar decisiones informadas y desarrollar prácticas saludables y de autocuidado. La iniciativa es de un equipo de la Facultad de Psicología de la UNC y del Conicet. [17.08.2023]

Por María José Villalba
Redacción UNCiencia
Unidad Central de Comunicación Institucional – UNC
maria.jose.villalba@unc.edu.ar

Información científica accesible y de fácil lectura para saber más sobre cada sustancia psicoactiva (alcohol, marihuana, éxtasis, cocaína, entre otras) y sus efectos a nivel cerebral, corporal, psicológico y conductual. Datos útiles como la ubicación de los centros de salud en Córdoba o dónde hacer testeos de enfermedades de transmisión sexual y acceso a diversas publicaciones científicas sobre el tema.

Además, para quienes son mayores de edad y deciden consumir, una guía de referencia sobre estrategias y pautas para reducir los potenciales daños a la salud asociados al consumo de sustancias y advertencias sobre cuáles no deberían mezclarse. Y un apartado que alerta sobre sustancias alteradas que circulan en el mercado.

Estos son sólo algunos de los contenidos que se pueden encontrar en Con.Sumo.Cuidado, un sitio web que reúne datos científicos y objetivos para personas que ya tienen contacto con las drogas, no para quienes presentan un trastorno con las mismas.

“El portal nace como parte de mi proyecto posdoctoral, con la finalidad de que sea funcional y útil para las personas interesadas. Después de muchos años de investigación no quería que los datos quedaran sólo en el ámbito académico y, desde una perspectiva de reducción de daños y riesgos, apunto a las personas que no encuentran respuestas en los abordajes institucionales actuales”, explica Belén Vera, doctora en Psicología por la UNC y responsable del proyecto.

Los números del consumo

El Informe Mundial sobre Drogas 2022 de la Oficina de las Naciones Unidas (ONU) reveló que Argentina es uno de los países sudamericanos donde más creció el consumo de cocaína y otras sustancias psicoactivas en los últimos años.

A nivel local, el último reporte oficial es de la Secretaría de Políticas Integrales sobre Drogas de Argentina (Sedronar) realizado en el 2017. Se trató del sexto estudio nacional sobre consumo de sustancias psicoactivas en población de 12 a 65 años.

Los datos mostraron que el consumo de alcohol y de tabaco presenta las prevalencias más altas (ya sea de vida, año y mes), seguida por el consumo de marihuana. En tanto, el consumo reciente de al menos una droga ilícita pasó de 3,6% en 2010 a 8,3% para 2017.

Pese a estas menciones, un inconveniente que se presenta habitualmente al momento de investigar es la falta de datos oficiales actualizados que dificultan el análisis, la comparación y el diagnóstico correspondiente.

“Por este motivo decidimos partir de un sondeo propio”, aclara Belén Vera, quien a finales de 2021 realizó, junto a su equipo de investigación, una encuesta sobre las sustancias más consumidas y las estrategias de protección más usadas entre policonsumidores/as.

Se encuestaron a 428 personas residentes de Argentina, de 18 a 35 años, asistentes a contextos recreativos. “Elegimos esos ámbitos porque consideramos que allí se da un consumo diferente y con características particulares”, agrega la psicóloga.

Los resultados arrojaron que las sustancias psicoactivas más consumidas y con mayor frecuencia fueron el alcohol y la marihuana. El 70,5% de las personas entrevistadas que toman alcohol y 57% de las que consumen marihuana reportaron hacerlo al menos una vez a la semana.

En cuanto a las estrategias de protección, las más utilizadas fueron la hidratación; moderar la cantidad consumida; alimentarse bien antes, durante y después de consumo de sustancias; consumir en entornos seguros y con personas conocidas; evitar mezclar sustancias e informarse para conocer los efectos esperados.

Este último punto es el que advirtió al grupo de investigación sobre la necesidad de ofrecer información de calidad, objetiva y basada en evidencia científica.

“Entre los resultados detectamos que la búsqueda de información figura como una estrategia de protección bastante utilizada. Sin embargo, cuando indagamos dónde buscan esa información, nos encontramos que recurren con frecuencia a Internet u otras personas consumidoras que brindan información poco confiable, pero sin indagar en páginas avaladas profesionalmente. Y este hábito puede ser peligroso”, alerta Vera.

Para la investigadora y su equipo, surgió una pregunta inevitable: “¿Por qué se consultan poco las fuentes de información percibidas como más confiables? Evidentemente hay mucho trabajo por hacer para las y los profesionales de la salud”.

Reducción de daños y riesgos: un enfoque alternativo e integrado

Tradicionalmente e incluso desde lineamientos oficiales, el abordaje del consumo de sustancias psicoactivas (SPAs) se enfoca en la prevención del consumo o en el tratamiento de las personas que ya han desarrollado un vínculo problemático con las mismas.

“Sin embargo, las cifras indican que casi la totalidad de las personas jóvenes y adultas han consumido alguna SPA (legal o ilegal) alguna vez, pero un bajo porcentaje (cercano al 15%) desarrollan un trastorno relacionado con su consumo y requieren tratamiento”, afirma el sitio Con.Sumo.Cuidado.

Para Vera, “hay un amplio sector de personas consumidoras de sustancias psicoactivas en quienes la prevención ya ha fallado (porque ya consumimos) y que, sin tener problemas asociados a ese consumo, no encontramos respuesta a nuestras necesidades en los abordajes disponibles”.

En este marco, la especialista manifiesta que la reducción de daños (RRDD) surge como una alternativa para abordar el consumo de personas que usan estas sustancias de manera recreativa.

Desde un enfoque de salud pública, esta perspectiva abarca a un conjunto de políticas, programas e intervenciones que buscan reducir las potenciales consecuencias negativas por consumo de SPAs. Resalta la importancia de contar, para esto, con información adecuada para tomar decisiones informadas y responsables.

“Evitar el consumo de sustancias siempre va a ser la opción más segura y eficaz para eludir riesgos y daños”, afirma la psicóloga, pero aclara que “tampoco podemos ignorar la realidad. Desde Con.Sumo.Cuidado abordamos la temática reconociendo que las personas consumimos sustancias y que hablarlo e informar al respecto no implica fomentarlo, sino más bien reconocernos como sujetos de derecho”.

Un debate necesario

Para ahondar en el debate, la especialista hace un parangón con la Ley 27610, de interrupción voluntaria y legal del embarazo, vigente en Argentina: “Que el aborto en nuestro país sea legal y gratuito garantiza que las mujeres que deciden hacerlo puedan contar con un entorno seguro y sin riesgos. Bajo ninguna circunstancia quiere decir que todas resuelvan hacerlo”.

En Latinoamérica las estrategias de reducción de daños son incipientes, quienes opinan a favor señalan el caso de Uruguay que sancionó una ley para promover y proponer acciones tendientes a reducir los riesgos y daños asociados al uso problemático de la marihuana.

En esta línea también se inscriben las recomendaciones de la Oficina de las Naciones Unidas contra la Droga y el Delito. Desde el organismo señalan que “no hay contradicción entre prevención, tratamiento y estrategias de reducción de daños. Son complementarios. Las estrategias de reducción de daños son componentes esenciales de cualquier programa de tratamiento moderno”.

Consultada sobre el rol de la investigación científica en el debate, Belén Vera sostiene que es fundamental que se difundan los resultados y la evidencia científica en torno a esta temática para que las intervenciones enfocadas en la RRDD sean cada vez más aceptadas, ocupen el lugar que les corresponde y se propongan integralmente junto con otros abordajes como la prevención primaria y el tratamiento.

Próximos pasos

El equipo de Con.Sumo.Cuidado está conformado por profesionales y estudiantes que se desempeñan en el Instituto de Investigaciones Psicológicas (IIPsi) de la Facultad de Psicología de la UNC y el Conicet.

Desde allí trabajan para obtener información actualizada y localmente relevante sobre los patrones de consumo y contribuir en el diseño e implementación de acciones y políticas que respondan a las necesidades de la población.

El próximo paso en esta línea de investigación será profundizar la evidencia sobre intervenciones positivas mediadas por tecnologías. “La idea es obtener datos que demuestran que el uso de la plataforma web y el perfil de Instagram de Con.Sumo.Cuidado son efectivos como estrategia de reducción de daños y pueden colaborar indirectamente en la disminución de riesgos asociados”, comenta Vera.