Mal de época: el síndrome urémico hemolítico enciende alertas

Tres menores de edad fallecieron en Córdoba a causa de este síndrome. A esto se suman nueve casos de pacientes menores de siete años que contrajeron la enfermedad en lo que va de 2024. De qué se trata esta afección y cómo reforzar las medidas de prevención. [01.03.2024]

El síndrome urémico hemolítico (SUH) es una enfermedad grave, relacionada con la ingesta de alimentos contaminados que afecta en mayor medida a niñas y niños. Lo causa la infección por las cepas de bacteria Escherichia coli, productoras de la toxina Shiga y genera un daño agudo de los riñones y otras alteraciones.

“Se trata de una enfermedad cuya forma más frecuente aparece después de una infección por el microorganismo llamado Escherichia coli. Generalmente se da en menores, pero puede ocurrir también en adultos mayores y personas inmunodeprimidas. La infección produce diarrea severa, fiebre, dolor de panza y sangre en la materia fecal”, aporta Eduardo Cuestas, médico pediatra, profesor titular de la Cátedra de Clínica Pediátrica de la Facultad de Ciencias Médicas e investigador del Conicet.

Consultado por UNCiencia, el especialista explica que luego de estos primeros síntomas puede suceder que la persona manifieste una mejoría o cura aparente para luego producirse la presencia del síndrome. “Allí se manifiesta palidez, se deja de orinar y el riñón funciona mal, lo cual es muy grave. Se denomina hemolítico por la presencia de anemia y urémico por la insuficiencia renal”, explica.

Estación de riesgo

Según el boletín epidemiológico del Ministerio de Salud de la Nación, en Argentina desde el inicio del 2024 hasta la primera quincena de febrero se reportaron 49 casos, una cifra que no es comparablemente mayor a la de otros años. Sin embargo, ya se notificaron cinco muertes, tres de ellas en Córdoba, un registro que superó el promedio y enciende las alarmas.

Respecto a estas cifras y la estación veraniega, Eduardo Cuestas advierte que este tipo de infecciones se presentan mucho más durante los meses cálidos “porque es el momento en que la bacteria Escherichia collie se reproduce con mayor frecuencia. Está en el intestino del ganado vacuno, pero también puede encontrarse en caballos, perros o cualquier mamífero, inclusive artrópodos como las moscas”, agrega.

En relación a la incidencia de la enfermedad entre la población infantil, el médico pediatra aclara que la falta de desarrollo del intestino en niños y niñas menores a 30 meses actúa como factor de riesgo. “No es que la enfermedad sea más peligrosa, tiene que ver con una condición natural de la población infantil que presenta menos defensas y un desarrollo menor del intestino. Sin embargo, el aumento de lactancia materna contribuyó mucho para prevenir esta patología”.

Extremar medidas de prevención

La bacteria productora de la toxina shiga se transmite a través de los alimentos, el agua y de persona a persona por el contacto con las manos. Pero también puede transmitirse por el contacto directo con animales y su materia fecal, y a través de aguas recreacionales.

Ante el severo aumento de casos, el pediatra e investigador recomienda extremar las medidas de prevención. “Se debe cocinar completamente las carnes, especialmente las preparaciones con carne picada. La cocción es la única medida que elimina a la bacteria en el caso de estar presente en un alimento”.

“También hay que lavarse bien las manos antes, durante y después de preparar alimentos (en especial después de tocar carne cruda), antes de preparar mamaderas y al alimentar al bebé, y luego de ir al baño, acompañar al niño al baño y después de cambiar pañales”, advierte Cuestas.

Por último, el especialista recomienda lavarse las manos después de jugar o trabajar con animales y mantener limpias esponjas, trapos y las superficies. Usar agua segura para beber y cocinar, lavar utensilios y recipientes utilizados en la preparación de alimentos. Además, hay que mantener las carnes crudas separadas de los alimentos cocidos y los listos para consumir.