“Los emprendedores debemos atacar nuestra propia realidad”

La Incubadora de Empresas de la UNC lanzó “Tecnoemprendedores 2016”, una nueva convocatoria para emprendimientos de base tecnológica. En esta nota, Franco Bonafé cuenta su experiencia en Quantum Dinamics. [08.06.2016]

Por Lucas Gianre
Redactor UNCiencia
Secretaría de Ciencia y Tecnología – UNC
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Antes de comenzar su carrera científica, Franco Bonafé ya era famoso. Obtuvo su título de Licenciado en Ciencias Químicas con un promedio asombroso: 9,82. En 2015, fue distinguido por la Bolsa de Comercio de Córdoba con el premio al “Joven Sobresaliente del año”.

Tras finalizar sus estudios, su carrera se bifurcó. Ingresó rápidamente al Conicet y comenzó a investigar sobre simulaciones a escala nanoscópica, donde se imponen las reglas de la física cuántica. En paralelo, se integró a un proyecto de empresa de base tecnológica, en la Incubadora de Empresas de la UNC, llamado Quantum Dinamics. Allí desarrollan servicios de computación de alto desempeño para que científicos puedan realizar experimentos complejos “en la nube”.

Franco tiene tan solo 25 años. Tuvo su primer ensayo emprendedor cuando promediaba su carrera de grado: con un grupo de amigos de la Facultad intentaron desarrollar una plataforma digital para comercio electrónico. “La idea surgió copiando cosas que se hacían afuera, pero fracasó. No cumplía con el aspecto innovador, ni apuntaba a satisfacer necesidades de nuestra región, algo que ahora considero mucho más valioso”, cuenta Bonafé.

Para él, existen grandes diferencias entre emprender desde una universidad pública e inclusiva y desde el resto de los espacios que integran el “ecosistema emprendedor”, surgidos del sector comercial y las universidades privadas.

“Desde la Incubadora de Empresas de la UNC se incentiva el emprendedorismo. El primer objetivo es transferir los conocimientos que se generan, pero también se busca la estimulación, la formación de emprendedores. Nadie más se ocupa de eso”, apunta y completa: “Afuera de la UNC, emprender es tener una idea y la calle suficiente para llevarla a cabo, conseguir buenos contactos”.

Las ideas, los proyectos de empresas, los productos innovadores nacen y se piensan desde contextos diferentes. “Cuando se trabaja para una empresa multinacional, el objetivo es cumplir las necesidades de un mercado masivo dispuesto a pagar por el producto que se quiere generar. En este caso, no importa mucho su grado de innovación o si no responde a lo que hace falta en tu región”.

“Nosotros –compara– estamos aprendiendo, junto al equipo que maneja la Incubadora de Empresas. Emprender desde una universidad pública y gratuita es muy valioso a nivel mundial. Lo estamos construyendo. Es una consecuencia directa de la alta inversión estatal en ciencia”, razona. 

“El rol de la UNC es juntar a la gente que tiene ideas para desarrollar productos innovadores, que satisfagan necesidades sociales, se puedan llevar adelante con mano de obra local, y que generen riqueza y beneficios para la economía regional”, asegura. En esa línea, subraya: “Los emprendedores debemos atacar nuestra propia realidad”.

Las dos visiones sobre el emprendedorismo y la innovación tienen su correlato en la bibliografía especializada. Bonafé explica que por un lado están las ideas “copy cat”, que provienen de otras realidades y son muy estimuladas en el ecosistema emprendedor cordobés. “Son las que tienen mayor acceso al financiamiento porque se les ve un mercado, pero tienen un componente innovador muy bajo”, aclara. 

En cambio, en las universidades públicas se promueve lo que se llama “out the box” (fuera de la caja). “Es el pensamiento lateral, que propone una solución diferente a un problema existente, basado en lo que aprendiste, en tu propio ingenio”. Esta perspectiva, para Bonafé, es la acertada. “Está estudiado que las economías emergentes deben utilizar la innovación para poder competir en el mercado mundial. Sin innovación, las economías emergentes nunca dejarán de ser emergentes”.

Primeros emprendedores en la UNC

Las iniciativas en la UNC que buscan transformar una idea innovadora surgida de los laboratorios y centros de investigación en un emprendimiento comercial viable existen desde hace mucho tiempo. Con la creación de la Incubadora de Empresas, en cambio, se aspira a fortalecer y promocionar emprendimientos de base tecnológica.

Quantum Dynamics es parte de las primeras camadas de “incubados” de la Casa de Trejo.  Se están construyendo los primeros cimientos de “la cultura emprendedora”. Luego de estos primeros años, ¿qué necesitan saber los estudiantes y docentes que quieren encarar una empresa de base tecnológica?
Bonafé destaca algunos aspectos a tener en cuenta: “Primero, tener en claro cómo funciona el proceso que va de una idea a un negocio. Si no tenés experiencia, creés que es algo simple, directo. Pero es un camino de múltiples bifurcaciones. Y no hay recetas mágica”.

Otro punto central es la viabilidad. “El hecho de tener un producto en mente en el cual no estás muy convencido, te puede llevar a no arrancar con un emprendimiento. Podés pasar años gastando plata y tiempo”, dice Bonafé. Pero aclara: “Saber si una idea es viable te puede llevar mucho tiempo”.

Esto lleva a otro dato central: el trabajo en equipo. “Nadie puede desarrollar una idea solo. Se valora mucho tener equipos multidisciplinarios. Son muy importantes las alianzas con otros grupos, negocios y equipos de distribución. Y trabajar en la búsqueda de financiamiento”. 

En resumen, Bonafé piensa que el camino de emprendedorismo implica “entender todo el proceso; investigar y analizar. Ello permite lidiar con las frustraciones”. 

Aprovechar la creatividad de los estudiantes

¿Cuándo es el momento para incursionar en el emprendedorismo tecnológico? Para Bonafé, los estudiantes de la UNC constituyen el principal sector al cual debe apuntar la Incubadora de Empresas.
“La comunidad más fuerte que tenemos son los estudiantes, son los que hace falta estimular. Hay que permitir a los alumnos conocer y vivir lo que se hace en los laboratorios”, comenta.

Luego viene la instancia de capacitación. La Incubadora de Empresas de la UNC ofrece, de manera libre y gratuita, distintos espacios de formación y capacitación por los cuales pasan cientos de jóvenes todos los años: La Cátedra de Emprendedorismo (un ciclo de seminarios dictados por referentes del sector); el Espacio Emprendedor (consulta y asesoramiento permanente y durante todo el año); tres meses de capacitación a los integrantes de los proyectos que ingresan al sistema de incubación y pre-incubación; el concurso “UNC Innova”; y la exposición “UNC Emprende”, entre otras iniciativas.

“El momento clave para aprovechar la creatividad de los estudiantes es en los últimos años de su carrera. Hay que aprovechar y canalizar las ganas, los conocimientos, la voluntad y transformarlos en una idea de valor. Más tarde, la situación cambia. Hay urgencias por conseguir trabajo o pensar hacer un doctorado”.

Recientemente, la Incubadora de Empresas de la UNC abrió por quinto año consecutivo la Convocatoria Tecnoemprendedores, que es la vía para ingresar a este espacio a desarrollar empresas de base tecnológica.  Ya son más de 15 equipos los que están en proceso de incubación desde la creación de la Incubadora.