Vera Brudny: “Los medios de comunicación no están siendo buenos receptores y multiplicadores de la ciencia”

La coordinadora del Programa Nacional de Popularización de la Ciencia y la Innovación del Ministerio de Ciencia, Tecnología e Innovación Productiva de la Nación participó en los festejos por el 143 aniversario del Observatorio Astronómico de Córdoba. En la oportunidad, dialogó con UNCiencia. [05.11.2014]

Leandro Groshaus

Por Leandro Groshaus
Redacción UNCiencia
Prosecretaría de Comunicación Institucional – UNC
lgroshaus@unc.edu.ar

La comunicación de la ciencia, en Argentina, ¿está en consonancia con el desarrollo de la política de ciencia y tecnología?

Tenemos muchas acciones de divulgación a lo largo y ancho del país, pero no tienen, a mi criterio, la suficiente visibilidad o impacto. A veces carecen de la coordinación necesaria, por lo que no se potencian y quedan en intervenciones aisladas. Pero creo que hay un germen y un movimiento muy interesante en torno a la divulgación de la ciencia, acorde con una demanda de la sociedad que está ávida de conocimiento científico. Esto se ve reflejado en propuestas como la muestra “Cuatrociencia”, de la Universidad Nacional de Córdoba, que fue visitada por una enorme cantidad de gente. Lo mismo ocurre con Tecnópolis, y con iniciativas similares en otras provincias. La masividad de asistentes a estos espacios demuestra que hay una avidez muy grande por parte del público. Creo que la comunidad científica y los comunicadores tenemos que aprovechar esta situación y responder a esta demanda generando más y mejores propuestas, ese es el desafío. Hoy tenemos un caldo de cultivo muy interesante para hacerlo, las generaciones más jóvenes de investigadores tienen incorporado este deseo y necesidad de contar lo que hacen. Hay que apoyarnos en ellos para generar acciones de mayor impacto.

¿Cuáles son las limitaciones o puntos a trabajar en la tarea de comunicación de la ciencia?

Como cualquier sistema, el científico también tarda en adaptarse a los cambios de época y  todavía no reconoce o no valora adecuadamente las tareas de comunicación de la ciencia. Nos gusta verlas, las apreciamos cuando las vemos, pero no necesariamente después las reconocemos a la hora de una evaluación, por ejemplo. Esto tiene que cambiar, hacia el interior de la comunidad científica debemos encontrar los mecanismos para que esto vaya modificándose.
Sin dudas, no es el único desafío. La comunicación de la ciencia tiene muchos canales de comunicación, y dentro de ellos los medios de comunicación masiva son uno de los principales, pero creo que no están siendo buenos receptores y multiplicadores de la ciencia y de los hechos relacionados con ella. En este sentido, necesitamos un trabajo más profundo en la formación de mejores comunicadores de la ciencia. A su vez, es necesario generar una mayor conciencia en los medios y también trabajar desde la demanda: que la sociedad demande tener más diarios, radios, canales de televisión y páginas web con productos y propuestas más relacionados con la comunicación de la ciencia.

En el último tiempo, muchas universidades comenzaron a trabajar propuestas de comunicación de la ciencia.

Efectivamente, cada vez hay más iniciativas y agencias de comunicación de la ciencia en las universidades y también en organismos de ciencia y técnica. Sin embargo, es necesario que exista una mayor interacción entre ellas, es una tarea que debemos realizar entre todos. Así como hay una red de periodistas científicos, es importante imaginarnos otros organismos y redes donde se puedan compartir todas estas experiencias.

Hace tiempo se viene discutiendo sobre la importancia de la articulación entre el sistema científico y productivo, ¿qué rol juega la comunicación de la ciencia en este vínculo y cuál es el lugar de las empresas estatales como Invap, Arsat o YPF? 

Las empresas estatales de base tecnológica que cuentan con una larga trayectoria como Invap, o la empresa de servicios Arsat, son sumamente importantes en varios sentidos. Generan una gran demanda de científicos y tecnólogos orientados a la solución de problemas concretos y eso es un capital muy valioso. El proceso de incorporar a estos especialistas, de empezar a trabajar en esos problemas, de generar productos y capacidades es maravilloso y es deseable que surjan nuevas empresas, tanto estatales como privadas. Pero estos emprendimientos también tienen un deber comunicacional muy importante: deben contarle a la sociedad que estos procesos están sucediendo y que ocurren en Argentina, para que todos podamos sentir orgullo y valoremos la importancia de, por ejemplo, el desarrollo de un satélite; ya que no solo obtenemos un satélite de comunicaciones, sino soberanía científica y tecnológica, lo que representa un logro muy importante para el país.