El 86% de las larvas de mosquitos identificadas en Córdoba son Aedes aegypti
La mayoría fue detectada en la zona noreste de la ciudad. Los datos surgen de la tesis de la bióloga Elisabet Benítez, quien caracterizó la fauna de macroinvertebrados acuáticos presentes en recipientes artificiales. Para ello identificó y cuantificó las larvas del relevamiento que Epidemiología de la Provincia realizó entre noviembre de 2014 y mayo de 2015 en colaboración con el Centro de Investigaciones Entomológicas de la UNC. El trabajo abarcó 600 viviendas de 30 barrios de la capital, ambos seleccionados aleatoriamente. Luego cruzó esa información con una imagen satelital de Córdoba para establecer la relación entre el grado de urbanización y la cantidad de insectos. [06.10.20106]
Laboratorio de Hemoderivados – UNC
mariana.mendoza@unc.edu.ar
Para atrapar a asesinos seriales y otros delincuentes, los criminalistas trazan perfiles o por lo menos así sucede en numerosas series de televisión. Describen posibles lugares donde viven o se sienten a gusto, caracterizan a sus víctimas e incluso establecen patrones de comportamiento plausibles de ser desarrollados por el sospechoso. Combatir mosquitos de importancia sanitaria implica un trabajo similar. Sobre todo si transmiten enfermedades para las cuales existen escasos o nulos tratamientos como es el caso del dengue, zika y chikungunya.
¿Pero qué sabemos del Aedes aegypti, su principal vector de transmisión? Originario del continente africano, suele colocar sus huevos en los huecos de los árboles, al amparo de la humedad y la sombra que le proveen, además de la disponibilidad de materia orgánica para alimentar a las larvas. ¿Qué sucede cuando este tipo de mosquito se urbaniza? Busca lugares que le provean las mismas comodidades, y en esa búsqueda hasta una tapita de gaseosa tirada en un basural o en el patio de una casa puede ser una buena opción para depositar su descendencia.
Recientemente, la tesis de grado de la carrera de Ciencias Biológicas de Elisabet Benítez aportó una descripción de la fauna de invertebrados acuáticos observables a simple vista (llamados macroinvertebrados) que fueron hallados en recipientes artificiales en viviendas de distintos barrios de la ciudad de Córdoba. Para el estudio recurrió al relevamiento larval que realiza todos los años el Área de Epidemiología del Ministerio de Salud de la Provincia de Córdoba en colaboración con el Centro de Investigaciones Entomológicas, dependiente del Instituto de Investigaciones Biológicas y Tecnológicas (Conicet-UNC). Este trabajo se realiza entre noviembre y mayo, época de mayor actividad de los mosquitos en particular.
El relevamiento se efectuó en 30 barrios elegidos aleatoriamente. Para su selección, previamente se dividió a la ciudad en cinco zonas o sectores. En cada barrio se visitaron 20 casas en cinco ocasiones entre noviembre de 2014 y mayo de 2015. A diferencia de lo que se hace cada año, además de identificar las larvas, Benítez también las cuantificó. Durante ese período se recolectaron 19.679 larvas de 11 tipos de macroinvertebrados diferentes (taxa). El dato relevante: el 73,98% (14.559) fueron identificados como Aedes aegypti y el 10,19% como Culex quinquefasciatus, mosquito vector de la Encefalitis de San Luis (causante de un brote en la ciudad de Córdoba en 2005 y 2010). Si se consideran solo las seis especies de mosquitos que se identificaron en los recipientes artificiales, el 86% fue Aedes aegypti.
El análisis estadístico indicó que la zona con mayor infestación larval para ambos mosquitos fueron los barrios del sector noreste de la ciudad. Allí se encontraron el 44% de las larvas de Aedes aegypti y el 33% de las de Culex quinquefasciatus.
Asimismo, Benítez también buscó establecer una relación entre los mayores niveles de infestación larval de Aedes aegypti y el desarrollo urbano del sector. Para ello analizó una imagen satelital en alta resolución espacial (cada pixel tiene 10 metros de lado) de Córdoba, tomada el 11 de marzo de 2015, en coincidencia con el período de mayor abundancia de larvas y de actividad de los mosquitos Aedes aegypti (febrero-marzo).
Los datos indican que la urbanización intermedia es la que tendría un riesgo mayor de infestación de mosquitos porque allí pueden encontrar, además de recipientes en los cuales criarse, recursos vegetales y condiciones ambientales adecuadas. “Estamos hablando de barrios en los que no hay edificación intensa como en el centro de la ciudad, sino con mayor cantidad de espacios”, explicó Elizabet Estallo, directora de la tesis.
El cambio de estación pronto traerá abundantes lluvias y un incremento de las temperaturas. Y con ellas, también los primeros mosquitos. Porque los huevos no mueren al llegar el invierno: sobreviven hasta un año, aun con frío y sequedad. Y pueden eclosionar al llegar temporadas de calor y lluvias, con lo cual se incrementa la población del vector. “Estamos hablando de temperaturas mínimas sostenidas en el tiempo por encima de los 11º C tanto para Ae. aegypti como para Cx. quinquefasciatus, asociadas a disponibilidad de agua, es lo que permiten el desarrollo larval. Esta disponibilidad de agua puede deberse a la lluvia o al agua de riego. Si riego y queda agua en el plato de la maceta, hace calor varios días y había huevos de la temporada anterior, entonces ahí pueden desarrollarse larvas”, sintetiza Estallo. Por ello es necesario comenzar a ordenar y limpiar los patios, e higienizar cualquier recipiente que haya permanecido a la intemperie, limpiando las paredes de los recipientes con un trapo o esponja para eliminar posibles huevos que se encuentren adheridos de la temporada anterior. Es muy común encontrar larvas en los recipientes de agua de las mascotas, donde se va reponiendo el agua a medida que la toman sin una limpieza profunda del mismo.
Autora |Elisabet M. Benitez
Directora | Dra. Elizabet Estallo
Codirector | Dr. Francisco F. Ludueña-Almeida.
Lugar | Instituto de Investigaciones Biológicas y Tecnológicas (Conicet-Universidad Nacional de Córdoba). Centro de Investigaciones Entomológicas de Córdoba. (FCEFyN-UNC).
Fecha de publicación: 6 octubre, 2016