Recuperan informe multimedia sobre la identificación de desaparecidos en Córdoba

El Museo de Antropología de la Facultad de Filosofía y Humanidades  de la UNC puso a disposición un Especial que recoge un trabajo realizado por La Voz del Interior en 2003. Describe los procesos de identificación de restos humanos de personas desaparecidas y asesinadas durante la última dictadura en Argentina que se encontraban en un enterramiento clandestino en Córdoba. (26-03-2024)

Por Melisa Paiaro
Docente del Departamento de Antropología
e investigadora del Museo de Antropologías/Idacor (FFyH-UNC)

El 10 de agosto de 2003, La Voz del Interior publicó en su edición on line el informe interactivo “El horror está enterrado en San Vicente”. Había pasado poco más de un mes desde la conferencia de prensa, realizada en el Museo de Antropología, en la que el Equipo Argentino de Antropología Forense (EAAF) anunciara la primera identificación de restos humanos exhumados de una gran fosa común, localizada en el cementerio San Vicente.

Se trataba de los restos de Mario Andrés Osatinsky, militante montonero de 18 años, asesinado y desaparecido el 25 de marzo de 1976 en la localidad de La Serranita.

En un formato de vanguardia para la época, el informe multimedia de La Voz daba testimonio del devenir de la investigación y del proceso de búsqueda realizado en San Vicente, desde su inicio hasta la identificación y restitución de los restos de Mario a su madre, Sara Solarz.

El trabajo periodístico

Desde fines de 2002, La Voz encomendó a la periodista Ana Mariani cubrir la llegada del EAAF a Córdoba, así como cada uno de los pasos que llevaran adelante los miembros de esta organización no gubernamental en el marco de la causa judicial “Averiguación de enterramientos clandestinos”, tramitada en el Juzgado Federal N°3.

Por aquel entonces, si bien el EAAF ya era reconocido por sus trabajos nacionales e internacionales, en Córdoba poco y nada se sabía sobre el quehacer antropológico forense ni sobre las etapas que implicaba el proceso de búsqueda de personas que habían desaparecido por razones políticas hacía mediados de los ‘70.

Mariani recuerda que, a partir de julio de 2003, ella estuvo cada lunes en el museo para aprender sobre las excavaciones, el análisis de laboratorio, la toma de muestra de sangre a familiares de las víctimas, etc. También se reunió con Carlos Vullo, bioquímico encargado de los estudios genéticos, para comprender cómo era el proceso de identificación por ADN.

“Fue un aprendizaje, de algo que no estaba dentro de lo que yo había hecho hasta ese momento en el diario, que era hacer investigaciones de otras temáticas. O sea que fui aprendiendo muchísimo. Me tuve que formar primero en el tema para después poder participar en el multimedia desde otro lugar. En términos profesionales, creo que fue una de las experiencias más importantes que tuve en el diario”, comenta Mariani, quien trabajó en el multimedia junto a Franco Piccato y a Juan Carlos Simo.

El hecho de que “El horror está enterrado en San Vicente” haya sido el primer multimedia digital lanzado desde la web de La Voz, daba cuenta de la enorme trascendencia que tuvieron, para la sociedad argentina en general y para la cordobesa en particular, las imágenes del hallazgo de la gran fosa común en aquel cementerio público de la capital.

Del diario al juicio

El Especial sirvió también para animar y dar confianza a muchas familias de personas desaparecidas para acercarse a dar una muestra de sangre para lograr una posible identificación. “Lo interesante es que, a partir de la publicación, empezaban a llamar personas al diario para consultar cómo tenían que hacer para dar una muestra de sangre. Era otro de los fines valiosísimos del multimedia”, explica Mariani.

A fines de mayo de 2008, comenzaba en Córdoba el primer juicio por delitos de lesa humanidad, luego de que el Congreso Nacional declarara la inconstitucionalidad de las leyes del perdón. Este juicio sentaba por primera vez en el banquillo a Luciano Benjamín Menéndez junto a otros siete represores, acusados del secuestro y asesinato de Horacio Humberto Brandalisis, Raúl Osvaldo Cardozo, Carlos Enrique Lajas e Hilda Flora Palacios.

El cuerpo de Hilda, enterrado como NN en una sepultura individual del Cementerio San Vicente, había sido identificado y restituido por el EAAF en noviembre de 2004.

Durante el desarrollo del juicio, el informe multimedia “El horror está enterrado en San Vicente” fue proyectado en la sala de audiencias, ofrecido como prueba por parte de los abogados querellantes, Claudio Orosz y Martín Fresneda.

La visualización del material fue complementada con el testimonio de Ana Mariani, quien explicó al tribunal y a las partes en qué había consistido el trabajo documental que derivó en la elaboración del informe periodístico. Por aquel entonces, la periodista decía: “Creo que nadie puede permanecer indiferente cuando debe ser testigo en un juicio. Menos aun cuando en ese juicio se está juzgando a Luciano Benjamín Menéndez y a otros siete represores”.

A través de las imágenes, audios y el propio testimonio de Mariani, el trabajo periodístico actuó como intérprete y traductor de mundos. En este escenario judicial, volvió accesible para jueces, abogados/as y demás presentes el enorme trabajo que había llevado, la cantidad de personas que habían sido movilizadas, los múltiples conocimientos técnicos implicados en el proceso de reunificación de aquellos cuerpos maltratados con sus identidades. El Especial volvía más fácil comprender el camino tomado para intentar desandar el horror.

El cambio tecnológico y la recuperación

Desde 2003 y hasta 2009, el multimedia tuvo un lugar destacado en la edición digital del diario. Cualquier persona que ingresara a su página principal podía acceder al informe y recorrerlo en su totalidad. Sin embargo, los cambios tecnológicos devinieron en la actualización del sitio web del diario, mientras que el formato del informe quedó obsoleto e inutilizable. Hacia finales de 2021, autoridades del diario hicieron entrega de todo el material reunido, en su formato original, a quien fuera una de sus principales artífices, Ana Mariani.

El devenir de este multimedia, que hoy es cedido por Ana Mariani para ser publicado en la web del Museo de Antropologías de la Facultad de Filosofía y Humanidades de la UNC, da cuenta de la trascendencia de un trabajo periodístico comprometido con las demandas sociales de su tiempo.

Recuperado, revalorizado y acompañado de algunos recursos, como textos producidos en el presente para su mejor comprensión, el Especial es puesto a disposición de estudiantes, docentes y público en general por parte de la universidad pública, como un aporte al conocimiento y la reflexión sobre nuestro pasado reciente (el de los horrores de la dictadura pero, también, el de las posibilidades de la búsqueda de la verdad) y a la construcción de un presente, siempre, más democrático.