Un estudio cordobés confirma que el mate es beneficioso para la lactancia, pero que el café tiene sus riesgos
Un equipo de investigación de la UNC estudió el efecto de cuatro bebidas con cafeína en mujeres que tuvieron a sus bebés en pandemia. Detectaron que el café tiene potencial para aumentar el insomnio, la ansiedad y los problemas de memoria. En cambio, el mate tuvo el efecto inverso: mejoró el estado de ánimo. [20.07.2023]
Unidad Central de Comunicación Institucional – UNC
Un grupo de investigación de Córdoba analizó los factores que contribuyen a mejorar la salud mental de las mujeres lactantes, partiendo de una ecuación sencilla: un buen estado de ánimo mejora la eficacia para la lactancia.
Entre todas las aristas que contribuyen a mejorar ese bienestar, la investigación se centró en las bebidas que se consumen en el puerperio. Se detectó que el café tiene un potencial para aumentar el estrés, el insomnio y los problemas de memoria. En cambio, el mate tuvo el efecto inverso.
“La poca evidencia científica que existe en torno a la lactancia se centra, casi exclusivamente, en la o en el recién nacido. La mujer queda relegada a un segundo plano, en un momento clave de transición para ella, con repercusiones que pueden permanecer durante toda su vida”, explicó Elio Andrés Soria, investigador de la Facultad de Ciencias Médicas de la Universidad Nacional de Córdoba (UNC) y del Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas (Conicet-Inicsa).
Entre los cambios que se dan después del parto, el especialista enumeró algunos. Por una parte, a nivel biológico, el cerebro se reconfigura para prestar atención a las necesidades de la beba o del bebé recién nacido. A nivel social, en medio de ese proceso, la mujer suele volver a trabajar con una enorme demanda socio-productiva.
“En Argentina, cuando una mujer tiene un bebé o una beba, todos los controles se centran en la persona recién nacida –agregó Mariela Valentina Cortez, investigadora de la Facultad de Ciencias Médicas de la UNC y del Inicsa–; ella recién consultará cuando tenga los recursos para hacerlo o frente a un problema. Por ejemplo, que no pueda concretar la lactancia”.
El equipo de especialistas remarcó que la mayoría de los controles posnatales son ginecológicos: no indagan cómo se siente quien materna, si durmió bien o si está contenida.
Por su parte, Ana Verónica Scotta, otra de las investigadoras señaló que la lactancia es una responsabilidad colectiva: “Muchas veces queda librada a la acción de una mujer o de su familia, pero hay muchos actores que intervienen. Por ejemplo, dentro de lo laboral, son importantes las relaciones de trabajo. Hay que ver también si tiene acceso a consultas con profesionales emergentes, como puericultoras o consultoras de lactancia, que no están contempladas por las obras sociales o el sistema público”.
El estudio analizó los datos de 619 personas gestantes que tuvieron sus bebés durante las dos primeras olas de Covid-19. Esa información fue comparada con la que aportaron 284 mujeres que tuvieron sus partos antes de la pandemia.
El artículo fue publicado en la revista científica Human Nutrition and Metabolism.
Costos y beneficios
El estudio se centró en los efectos de cuatro bebidas que contienen cafeína: gaseosas, té, café y mate. La hipótesis inicial era que todas esas infusiones son psicoestimulantes, por sus componentes bioactivos que estimulan el sistema nervioso central, y por lo tanto debían regularse durante el embarazo y el puerperio.
“No podríamos prohibir el consumo de todas estas bebidas. El mate, por ejemplo, es una de las principales fuentes de agua y de antioxidantes en nuestra población. Es además un agente socializante. Teníamos que analizar la relación costo-beneficio”, advirtió Soria.
Con encuestas indagaron además cuestiones socioeconómicas y aspectos vinculados a la salud mental de las puérperas. Mediante metodologías validadas, con cada respuesta se estableció un puntaje que midió en cada una de ellas el insomnio, la depresión, los problemas de memoria y la eficacia para la lactancia.
“Como equipo de trabajo, hace varios años venimos estudiando el mate. Sabemos que es un alimento que proporciona muchos componentes, más allá de la cafeína. Tiene una gran variedad de compuestos cuyos efectos a veces se suman y otras se antagonizan. Los resultados sobre la salud dependerán de todos esos factores”, detalló Scotta.
Principales resultados
Un primer abordaje detectó que tanto el consumo de mate como de café habían aumentado durante el aislamiento obligatorio. El primero creció de menos de un litro a casi un litro y medio por día. Mientras que el segundo lo hizo de 32 a 67 mililitros diarios, lo que equivale a una taza pequeña.
En trabajadoras esenciales y en las que hicieron home office, la ingesta fue mayor.
Como se suponía, el café tuvo un efecto negativo que se tradujo en más insomnio, estrés, depresión y menor efectividad para la lactancia. En menor medida, el té tuvo un potencial similar. Mientras que en el mate fue a la inversa.
“Con la yerba mate mejoraron todos los puntajes para la depresión. A su vez, promovió la lactancia”, concluyó Soria.
El poder de las plantas
Si la cafeína por sí sola no alcanzaba a explicar estos fenómenos, el grupo de investigación comenzó a hipotetizar sobre los otros componentes bioactivos que tenían las infusiones analizadas.
“El té, el café y el mate derivan de diferentes plantas. Sus tallos, hojas o semillas tienen una batería enorme de componentes bioactivos. Estas sustancias de origen vegetal se llaman fitoquímicos y tienen distintos beneficios. Al ingerir estas plantas, las personas también incorporamos estos compuestos que generan actividad en nuestro organismo”, explicó el especialista.
Los fitoquímicos se clasifican según familias químicas, cada una con diferente evidencia científica sobre su acción sobre la salud. El mate, por caso, contiene polifenoles, sustancias antioxidantes que favorecen la recuperación de las células ante las demandas metabólicas. Las frutas, verduras (y en menor medida la yerba mate) son fuente natural de polifenoles que explicarían en parte su potencial antidepresivo.
No demonizar
El equipo científico aclaró que la intención del estudio no es demonizar algunas infusiones o alentar el consumo abusivo de otras.
“Hay estudios que destacan las cualidades del café, pero no en la gestación y en la lactancia. Creemos que en ese contexto hay que tener cuidado. No prohibir, sí tener cuidado”, advirtieron.
Entre las conclusiones, la investigación destacó que el bienestar de la mujer es fundamental para sostener la efectividad en la lactancia. Y alentó a que se realicen nuevos estudios que pongan el foco en la salud mental durante el puerperio.
Nombre del trabajo. “Bebidas no alcohólicas con cafeína y su efecto en la salud mental de las mujeres durante el puerperio. Estudio transversal en Argentina relacionado con la pandemia de Covid-19”. El artículo fue publicado en la revista científica Human Nutrition and Metabolism.
Centros de Investigación. Instituto de Investigaciones en Ciencias de la Salud (Inicsa), Facultad de Ciencias Médicas de la Universidad Nacional de Córdoba (UNC) y Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas (Conicet).
Integrantes. Agustín Ramiro Miranda, Mariela Valentina Cortez, Ana Verónica Scotta y Elio Andrés Soria.
Fecha de publicación: 20 julio, 2023