Según la ONU, la cifra de producción de residuos electrónicos va camino a un aumento desmedido. En este contexto, la agrupación Cybercirujas propone el concepto de obsolescencia postergada contra el de obsolescencia programada. ¿De qué se tratan estos términos? ¿Cuán grave es el daño medioambiental que generan estos residuos? ¿Hay acciones paliativas? [10.07.2024]

Un informe reciente de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) indica que en 2022 se produjeron un total de 62 millones de toneladas de residuos electrónicos, lo que supone 82 % más que en 2010. Según el documento, esta cifra va camino de aumentar 32 % en 2030 si no se toman medidas.

Entre las causas que contribuyen a la suba de este porcentaje, de acuerdo al mismo informe, figuran el progreso tecnológico, el aumento progresivo del consumo, las limitadas opciones de reparación, los ciclos de vida más cortos de los productos (obsolescencia programada), la creciente electronificación de la sociedad, las deficiencias de diseño y la inadecuada infraestructura de gestión de los residuos electrónicos.

Cybercirujas es una organización federal que funciona desde hace más de tres años, en parte empujada por las problemáticas que la pandemia instaló respecto al uso de las tecnologías y el acceso igualitario a las mismas.

Quienes integran la agrupación cuestionan el mercado masivo de computadoras que atenta contra el medioambiente y pregonan el derecho a reparar y reutilizar, además de buscar el empoderamiento tecnológico de la sociedad civil.

“Desde Cybercirujas luchamos contra la obsolescencia programada y trabajamos por la obsolescencia postergada y la circulación del hardware. Tratamos de que las computadoras y sus partes recirculen”, explica Nicolás Wolovick, miembro de la agrupación y director del Centro de Cómputos de Alto Desempeño (CCAD) de la UNC.

Para el especialista la cantidad de máquinas y piezas tecnológicas que están en desuso podrían servir para atender la demanda de muchas personas. “Desde Cybercirujas estamos convencidos que con todo ese material se puede contribuir a que las personas puedan ejercer su derecho ciudadano de acceso a la tecnología”.

Extender el ciclo, clave para mitigar el daño

Wolovick señala algunas partes de los aparatos tecnológicos especialmente contaminantes como las baterías de todo tipo, pilas y tubos catódicos. Sin embargo, considera que la llave para encontrar una salida a esta problemática medioambiental no está en el reciclado posterior de las piezas sino en extender su ciclo de vida.

“Nuestra filosofía apunta a darle una vuelta a la lógica de consumo que imponen las grandes empresas de electrónica de comprar, usar y tirar”, enfatiza el investigador y explica que la mayor contaminación se produce en el momento de producción de la computadora o celular.

“Entonces se trata de alargar todo lo que se pueda ese daño que ya está hecho, por eso insistimos con la obsolescencia postergada. Hay que producir menos aparatos electrónicos o bien extender al máximo su uso y en ese sentido hay infinidad de estrategias para poner en marcha y en eso estamos”, advierte Wolovick.

Imágenes: gentileza Charlys Feliz

Dónde encontrar a Cybercirujas

Cuándo y dónde. Los y las cybercirujas se reúnen los últimos sábados de cada mes de 9 a 13 frente al Data Center de la Universidad Nacional de Córdoba, Ciudad Universitaria.

Feria. En ese lugar, donde también funciona la ya tradicional Feria Agroecológica, reciben donaciones, entregan aparatos electrónicos y brindan consejos sobre computación.

Contacto. A través del Instagram: cybercirujas.cba

Fecha de publicación: 8 julio, 2024