Catar, ¿un país diferente dentro del mundo árabe?

Juan José Vagni, investigador de la UNC, revela detalles de la anfitriona de la Copa del Mundo. La nación logró visibilidad global gracias a sus reservas de gas y a una diplomacia blanda con la creación de la agencia de noticias Al Jazeera y la presencia de universidades extranjeras. Aunque es un país menos estricto que sus vecinos, los interrogantes están puestos sobre ciertas tradiciones y conductas que vulneran los derechos humanos. [09.11.2022]

Por Lucas Viano
Redacción UNCiencia
Secretaría de Ciencia y Tecnología – UNC
lucas.viano@unc.edu.ar

Hasta hace una década, Catar era desconocida para Argentina y para buena parte del mundo. Este año, el Mundial de Fútbol la puso en el centro de la escena. Gracias a su poderío económico y a acciones de diplomacia blanda, como los eventos deportivos, esta pequeña nación emergente del Golfo Pérsico está cobrando gran relevancia internacional.

No obstante, los interrogantes se abren sobre ciertas tradiciones y conductas que vulneran los derechos humanos. Juan José Vagni es investigador del Centro de Investigaciones y Estudios sobre Cultura y Sociedad (Ciecs) que depende de la Universidad Nacional de Córdoba y Conicet.

Su grupo estudia las configuraciones identitarias, discursos culturales y la acción exterior de los países del mundo árabe, en el marco de un proyecto que cuenta con financiamiento de la Secretaría de Ciencia y Tecnología de la UNC. En esta entrevista, el especialista detalla algunos aspectos desconocidos sobre Catar.

¿Qué rol ocupa Catar hoy en el mundo árabe?

Catar es un país emergente. Se independizó en 1971 de Inglaterra. Responde a un fenómeno regional de ascenso de toda la región del Golfo Pérsico, con Arabia Saudí como protagonista. Es un ascenso económico que hoy se ha traducido en peso político. Hace 30 años, el mundo árabe era Egipto, Irak, Siria y Líbano, con los que nos conectamos culturalmente porque hubo migración. Hoy, todos esos países están atravesados por guerras y conflictos políticos y religiosos, por lo que emerge esta otra región. Catar ocupa un lugar significativo por varias circunstancias que también lo diferencian de sus vecinos.

¿En qué se basa la visibilidad a nivel global que está teniendo hoy, más allá del Mundial?

El factor más importante es que tiene la tercera reserva de gas del mundo y se posiciona como un gran inversor. En Argentina, está financiando obras públicas a nivel provincial. A nivel global ha invertido en fútbol y en turismo. Pero a este poder económico le agregó una estrategia de diplomacia a nivel político y cultural para intentar cambiar la imagen del mundo árabe. A pesar de eso, sigue siendo muy cuestionable en materia de derechos humanos, de condiciones laborales para el trabajo de personas extranjeras y en el trato a las minorías sexuales. No obstante, Catar ha trabajado muy bien para posicionarse a nivel global como distinto al resto.

¿Cómo logró presentar esa imagen de país distinto dentro del mundo árabe?

Una de esas herramientas fue la agencia de noticias Al Jazeera, creada a principios de los 2000. Le dio un aire fresco al periodismo y a la comunicación de todo el mundo. Incrementó su reconocimiento dentro del mundo árabe y a nivel internacional. También sumó otras iniciativas de diplomacia blanda como atraer a reconocidas universidades para que instalen una sede en Catar. Están la Sorbona, Georgetown, Texas A&M, Carnegie Mellon y otras. Esto le permitió formar a su élite allí mismo con recursos provenientes de Occidente. Otra estrategia fue la de jugar de mediador en los conflictos políticos de Medio Oriente. Incluso algunos movimientos político-religiosos tienen su sede allí, como los talibanes. También ha funcionado como bisagra en el conflicto palestino. Y se ubicó en un rol protagónico durante la Primavera Árabe a través de Al Jazeera.

Los países árabes aparecen cómo regímenes políticos autoritarios. ¿Qué tan diferente es Catar?

Es un sistema político autoritario. Una monarquía religiosa basada en el parentesco. Toda la burocracia está ligada a algunas familias que dominan el país. Pero recordemos que es una nación con una población muy escasa que sostiene ese sistema económico y político con la migración extranjera de países del sudeste de Asia principalmente. Es un país que combina lo tradicional y ultraconservador en materia religiosa con un sistema económico plenamente rentístico.

¿Qué ocurre con algunas tradiciones del mundo árabe que atentan contra los derechos humanos y ciertas libertades?

Hay ciertas manifestaciones afectivas que no están permitidas en público y también aspectos vinculados con el colectivo LGTBIQ+. Se habla de que durante el Mundial el turismo deberá adaptarse a ese tipo de legislaciones y tradiciones. Pero no creo que llegue a un nivel represivo. Seguramente serán muy estrictos en el control de viajeros y viajeras que ingresan, pero nada diferente de lo que podría pasar en otro país. Ya hay mucha comunidad extranjera viviendo y existe un régimen, que llamaría de extraterritorialidad. Es importante entender la cultura árabe sin caer en prejuicios. Tienen una clara separación entre lo público y lo privado, y la discreción es muy importante. Aunque es probable que en Catar haya márgenes de mayor tolerancia, porque no es el país más conservador del Golfo.

¿Qué ocurre con el uso del velo entre las mujeres?

En el mundo árabe el uso del velo tiene fuertes segmentaciones entre clases sociales y religiosas. Pero también es una tradición de ciertos sectores rurales, como ocurre con los pañuelos y sombreros de migrantes de Europa en Argentina. No solo es una cuestión estrictamente religiosa. Y existen diferentes tipos de velos. Catar no demanda un uso estricto y no es un tema de debate como puede ser en Irán o Turquía. Y no es la burka (cubre el cuerpo y la cara por completo) que se exige en Afganistán, aunque pueden verse mujeres cataríes que utilicen la abaya (un vestido más simple). Sin embargo, hay mujeres de la elite política y económica sin velo. Moza bint Nasser al-Missned, anterior jequesa y madre del actual emir, fue una estrella del mundo de la moda occidental y no usaba velo.

Primero fue China y ahora parece ser Catar. ¿Por qué es importante para Argentina que conozcamos su cultura?

Hace 10 años, Catar era irrelevante para Argentina. No había embajadas de ningún país del Golfo, salvo de Arabia Saudí. Los vínculos entre el Mundo Árabe y América Latina se generan a partir de Lula en 2005. Luego, la estrategia fue hacer inversiones a nivel provincial. Hasta 2014, Córdoba no tenía contacto con Catar, pero ahora explotaron las inversiones de los países del Golfo. Catar no es un actor menor y está opacando a otros países tradicionales del mundo árabe. Hoy la mirada del ámbito académico, económico y político está puesta en los países del Golfo y en Catar en particular. El vínculo de Argentina y Catar es económico. Sin embargo, cuando uno mira cuestiones más finas pueden surgir dudas. Por ejemplo, ¿qué puede pasar si los temas de derechos humanos de Catar pasan a tratamiento en Naciones Unidas? ¿Cómo va a votar Argentina?

Imagen de portada
Francisco Anzola [CC-BY 2.0], vía Wikimedia Commons.