Expedición científica al desierto de Gobi, relatos de un paleontólogo

Hace ocho años exactamente, entre agosto y septiembre de 2001, el paleontólogo de la Universidad Nacional de Córdoba (UNC) Guillermo Albanesi iniciaba una expedición junto a un equipo de investigadores de distintas latitudes -él era el único latinoamericano-, hacia una región inhóspita y poco explorada hasta ese entonces por los científicos: el Desierto de Gobi, una inmensa extensión cubierta de montes, dunas arenosas y grandes mesetas situada al sur de Mongolia, que ocupa el 30 por ciento del territorio de esa nación y parte del norte de China.

Ese viaje fue organizado por los líderes de dos mega proyectos financiados por la UNESCO, Barry Webby (Australia) y Raimond Feist (Francia), bajo el Programa Internacional de Correlación Geológica (IGCP) y la Universidad Técnica de Mongolia. Albanesi participó en el grupo encabezado por Webby, (IGCP 410), que se dedicaba a estudiar el proceso de diversificación de la vida durante el Período Ordovícico (sucedido hace 490 y 450 millones de años atrás).

Con el investigador de la UNC, la comitiva reunió a 20 especialistas de distintas disciplinas de las Ciencias de la Tierra que fueron exclusivamente invitados para observar y muestrear afloramientos de rocas de la Era Paleozoica.

El itinerario del viaje de los expertos se inició desde la capital de Mongolia, Ulaanbaatar, hacia el sur, en dirección al "Gobi" (que en la lengua de ese país significa "desierto"). "La geología regional de Mongolia comprende un serie de ambientes geotectónicos con disposición meridional, representados de norte a sur por zonas de rocas precámbricas, caledónicas y hercínicas, respectivamente, y hacia el oeste por el cinturón caledónico de los montes Altai", explica Albanesi.

El viaje duró 15 días. En la primera noche, la comitiva acampó en una zona aledaña a las montañas Delgerkhangai, lugar donde pudieron observar rocas paleozoicas expuestas en localidades cercanas. Luego partieron hacia Flaming Cliffs ("Acantilados Flameantes"), un sitio reconocido internacionalmente ya que allí, en la década del ´20, se descubrió un famoso yacimiento de dinosaurios: por primera vez se hallaron huevos junto con sus progenitores (Oviraptor philoceratops), y las primeras aves corredoras (Mononykus otecranus) en las areniscas fluviales de la Formación Djadokhta, del Cretácico superior.

"Durante el séptimo día recorrimos las montañas Arts Bogd, en cuyos pedimentos se depositan barjanes –dunas con forma de media luna–, y donde examinamos otro sitio reconocido por sus dinosaurios y mamíferos primitivos: Tugruiin Shiree", relata Albanesi. El equipo de científicos se dividió por primera vez en los dos grupos correspondiente a cada proyecto para revisar afloramientos de rocas marinas del período Ordovícico y de la etapa siluro-devónicas, la instancia posterior al Ordovícico, hace unos 440 millones de años.

Luego de la travesía por el Gobi, los expertos recorrieron otras zonas y localidades con un especial significado histórico, como la antigua capital de Mongolia, Kharkhorin, y regresaron finalmente a la actual capital Ulán Bator.

Los primeros resultados

Los resultados de esta expedición científica fueron presentados en distintas publicaciones de circulación internacional. Guillermo Albanesi recolectó y estudió microfósiles que fueron difundidos e ilustrados en conjunto con investigadores de Mongolia y se dieron a conocer en las actas del Simposio Internacional del Sistema Ordovícico que se llevó a cabo en San Juan, Argentina, en 2003.

Estos estudios que llevó adelante el investigador del CONICET y profesor de la UNC permitieron datar y correlacionar por primera vez a escala intercontinental las rocas del Período Ordovícico expuestas en la región de "Tsagaan Del", e interpretar los ambientes antiguos que representan.

El proyecto internacional que incluyó la expedición al desierto de Gobi (IGCP 10) tuvo una duración de cinco años y fue sucedido por otro que está en sus etapas finales y se propone estudiar los cambios climáticos, paleoceanográficos y paleogeográficos producidos en el Ordovícico.

Resaltando los aspectos científicos de esta excursión, pero sin olvidar los rasgos culturales de la región, Albanesi brindará una charla abierta a todo el público el próximo 27 de agosto, a las 19, en el Aula Magna de la Facultad de Ciencias Exactas, Físicas y Naturales de la Casa de Trejo (Av. Vélez Sársfield 299).

La presentación, que incluirá exposición de imágenes del viaje y de parte de las rocas y microfósiles extraídos de Mongolia, se realizará en el marco del ciclo Mentes Curiosas. Experiencias en los Museos de la UNC.

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