El cielo de los inmigrantes

Armando Mudrik es estudiante de astronomía en la Facultad de Matemática, Astronomía y Física de la UNC y en el marco de su tesis de grado realizó un estudio sobre la cultura astronómica de colonos europeos asentados en el norte de la provincia argentina de Santa Fe. El trabajo es resultado de una serie de entrevistas etnográficas entre hijos y nietos de inmigrantes en zonas rurales.

Los inmigrantes de la zona estudiada llegaron al país en la segunda mitad del siglo XIX y la primera del siglo XX mediante una política de colonización desarrollada por el Estado para poblar algunas zonas donde era posible practicar la agricultura y la ganadería. Particularmente, la idea del Estado era que los europeos actuaran como “fuerza civilizadora”. Se trataba tanto de familias campesinas que escapaban de la pobreza, como familias judías, predominantemente mercaderes y profesionales, que huían del hostigamiento y fueron traídos por la empresa colonizadora Jewish Colonization Association.

“Algunos datos nos dejan en claro que las condiciones de vida al comienzo eran paupérrimas. En principio, aproximadamente el 30 por ciento de los inmigrantes que ingresaron a Santa Fe entre 1880 y 1888 era analfabeto y la mortalidad infantil era aproximadamente 150 por ciento superior a la de adultos”, comenta Mudrik, y agrega: “Además hay que pensar en la situación de estas personas que cambian de hemisferio, con todo lo que implica, hasta el cielo les cambia de apariencia, ya que el cielo del hemisferio sur es distinto al del norte y también cambia el ciclo de las estaciones durante el año”.

En ese marco, Mudrik comenta: “Me pongo en el lugar de esas personas. Algunas venían del invierno ruso por ejemplo y llegaron acá en verano, a una zona que ellos denominaban virgen, monte, chañar. Trato de imaginar eso, cómo fue y me impacta”.

Los usos del cielo

Un aspecto de la cultura astronómica al que Mudrik le dio importancia en la investigación son los asterismos; es decir los dibujos que crea un pueblo en el cielo y que son distintos a las constelaciones que conocemos tradicionalmente y que provienen de la antigua cultura griega.

“Los asterismos creados por los colonos nos permiten conocer cual era su relación con el nuevo cielo del hemisferio sur”, cuenta Mudrik y en su investigación comenta el caso de una familia de lituanos judíos que formaban las letras del alfabeto hebreo con estrellas y formaban frases con las letras que veían en el cielo. El padre de esa familia era un escriba de textos sagrados de la Torah.

Por otra parte, una familia de piamonteses asignaba un nombre a cada una de `las tres marías´. “Obtuvimos el nombre de dos de ellas `la niña´ y `la pinta´, los cuales aluden probablemente a las carabelas de Colón, un hecho que da la idea de una construcción cosmológica de los cielos muy dinámica”, comenta Mudrik.

Documental realizado sobre la investigación

Algo relevante para el investigador fue la consideración de la luna en el momento de la realización de tareas agrícolas. Según su estudio, ciertas tareas agrícolas eran realizadas en determinadas fases lunares. El cuarto creciente era considerado por polacos, ucranianos, piamonteses y alemanes del Volga para cultivar todo aquello que se desarrolle “por arriba de la tierra”, como lechuga, perejil, repollo, maíz, etcétera. También el comienzo del cuarto creciente era utilizado por suizos, suizo-alemanes y alemanes del Volga para faenar animales, ya que consideraban que en este periodo el animal “tiene menos sangre”.

“Sobre el uso de la luna podemos concluir que los colonos y sus descendientes establecen una relación entre el desarrollo vegetal y el brillo lunar o la variación de superficie lunar iluminada y, por otra parte, que la luna llena está relacionada con una mayor actividad biológica”, explica Mudrik.

Ver con otros ojos

Los trabajos en astronomía cultural intentan plasmar la concepción que tienen del espacio celeste los distintos pueblos. Tienen que pensar al cielo como un objeto plástico y estudiar las regularidades más que las leyes. El resultado de estos estudios no es un manual que dice cómo veía el cielo un pueblo sino que da cuenta de las distintas construcciones que pueden realizarse en torno al espacio celeste y las transformaciones que sufren. “Un ejemplo de esto nos lo dio un entrevistado. Resulta que la empresa colonizadora Jewish Colonization Association, fundadora de las colonias judías que abordamos, se encargaba de repartir eucaliptos a los colonos para ser plantados en sus chacras y en la parte urbana de cada colonia. Es así que una familia de lituanos judíos colonizados, interpretaban a un conjunto de manchas sobre la superficie de la luna como un eucalipto. Esto nos muestra a las claras que el proceso de creación en la cultura astronómica no es algo estático y también nos muestra cómo los inmigrantes plasmaron en el cielo su nuevo entorno natural de las colonias”, concluye Mudrik.

Por Eliana Piemonte – epiemonte@comunicacion.unc.edu.ar