Las mujeres alcanzan el 35% de las bancas legislativas de Córdoba, por debajo de la ley de paridad de género
Esa fue la representación política de las mujeres en la Legislatura provincial en los últimos 20 años, y sólo del 15% en los departamentos electorales. Además, duran menos tiempo en sus bancas y son minoría en cargos jerárquicos. Las cifras dan cuenta de la subrepresentación de las mujeres en los espacios de poder político y toma de decisiones. [23.03.2023]
Unidad Central de Comunicación Institucional – UNC
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En el contexto de un año electoral nacional y a casi 20 años de la vigencia de las leyes que establecen la paridad de género en la legislatura de Córdoba, ¿qué figuras logran instalarse en el espacio político?
Varones, principalmente.
Así se desprende de un estudio realizado por un equipo de especialistas de la Facultad de Psicología, que analiza el impacto que tuvieron las leyes de paridad de género (Ley provincial 8.901 y Ley nacional 27.412) en el acceso de mujeres a cargos legislativos en Córdoba, desde que comenzó a regir la primera de estas leyes, en 2000, hasta 2022.
El proyecto concluye que el efecto de igualar la participación entre mujeres y varones que buscan tales normativas no se logra. Incluso se debilita al aplicarse en cámaras legislativas como Córdoba, organizada bajo un sistema mixto que combina distritos plurinominales (44 bancas correspondientes a Córdoba) y uninominales (26 bancas pertenecientes a los departamentos de la provincia).
De acuerdo a los resultados, a lo largo de 18 años y tras seis elecciones legislativas, la presencia de mujeres en la legislatura cordobesa fue del 35% en promedio, y se mantuvo siempre por debajo del 50% necesario para alcanzar la equidad de género dispuesta por la ley.
La participación femenina es aun más escasa a nivel de los departamentos electorales. Las mujeres que lograron ocupar una banca legislativa en representación de su distrito fueron el 15%, frente a un 85% de varones. Además, en 11 de los 26 departamentos provinciales nunca hubo una representante legislativa.
“Si bien las leyes de paridad incrementaron la cantidad de mujeres en los cargos de representación de la provincia, no tuvieron los resultados esperados y no han sido suficientes para transformar la cultura de las organizaciones políticas. Por el contrario, a más de 20 años de que rija esta legislación, Córdoba nunca alcanzó la equidad numérica”, explica Mila Francovich, investigadora e integrante del equipo que desarrolló el estudio.
Mejor distribución se observa al analizar por separado las bancas correspondientes a la provincia como distrito único (44 escaños), donde el promedio de participación de las mujeres fue del 47%.
El estudio determina además que las mujeres registran mayor alternancia en sus cargos legislativos y, por lo tanto, menor permanencia en sus bancas. Y también, que repitieron mandatos y resultaron reelegidas en menos oportunidades (el 17% de ellas renovó su mandato frente al 32% de ellos).
El proyecto está radicado en el Instituto de Investigaciones Psicológicas (IPPsi) de la UNC y el Conicet y se utilizaron datos oficiales del Portal de Datos Abiertos de la Legislatura de la Provincia de Córdoba. El análisis se centró en el porcentaje de bancas obtenidas por varones y mujeres en las elecciones legislativas realizadas entre 2001 y 2019.
Obstáculos que impiden el acceso igualitario
Córdoba fue una de las primeras provincias en contar con una ley de paridad, 17 años antes que una normativa similar a nivel nacional. La legislación local establece que las listas presentadas por los partidos políticos deben estar integradas 50% por mujeres y 50% por varones, de manera alternada tanto para titulares como suplentes.
¿Por qué, pese a contar con leyes que lo garantizan, no se alcanzó la paridad de género?
Porque prácticamente no impactaron en las elecciones de representantes de los 26 departamentos provinciales, en los que se disputa una única banca por cada distrito.
Francovich advierte que la clave está en quién ocupa las cabezas de las listas electorales: “Ninguna de las normativas incluyó un criterio de paridad horizontal que obligue a los partidos a incluir candidatas en las cabezas de las listas de los partidos, en la mitad de los departamentos”. Y agrega: “Lo que termina sucediendo es que quienes encabezan las listas son generalmente varones, y al disputarse sólo una banca por cada departamento, ellos terminan siendo mayoría”.
El estudio destaca que, como consecuencia, la presencia de mujeres en las elecciones departamentales desaparece, y queda supeditada a la voluntad política de los partidos. En ese sentido, se observan distintas prácticas y maniobras implementadas por los partidos políticos para obstaculizar que las mujeres lleguen a los cargos de representación, especialmente cuando la banca en disputa es una sola. Entre ellas, eliminarlas de las cabezas de lista, ubicarlas en cargos poco expectables, o en distritos en los que históricamente el partido pierde las elecciones.
Lejos de la toma de decisión política en el mundo
La subrepresentación de las mujeres se registra en todos los niveles de toma de decisión política del mundo y demuestra que la paridad de género está lejos de ser alcanzada, según un informe de ONU Mujeres.
A nivel global, sólo el 26,5% de los escaños parlamentarios nacionales están ocupados por mujeres, y únicamente seis países tienen la mitad o más de mujeres en sus cámaras.
La participación legislativa femenina varía por regiones, detectando los índices más bajos en África septentrional y Asia occidental (18%), seguida por Asia central y meridional (19%), Oceanía (20%), Asia oriental y sudoriental (22%), África subsahariana (26%), América del Norte y Europa (32%) y América Latina (el 36%).
Se estima que, al ritmo actual, la paridad de género en los cuerpos legislativos de los países del mundo no se alcanzará antes de 2063.
Además, sólo existen 31 países donde las mujeres son Jefas de Estado o de Gobierno. En las más altas esferas de decisión, la igualdad de género no se logrará hasta dentro de 130 años.
La igualdad de género es un derecho y es uno de los Objetivos de Desarrollo Sustentable establecidos por la ONU para lograr un desarrollo sostenible. Para ello, es fundamental lograr la participación política y distribución equilibrada del poder entre los distintos géneros en la toma de decisiones. Y aunque insuficientes, el informe destaca que las cuotas de género han contribuido sensiblemente al progreso en ese sentido.
También en comisiones, ministerios y secretarías
El estudio de la UNC indaga además sobre la presencia de criterios de segregación vertical y horizontal en las comisiones, ministerios y secretarías de la Legislatura. Se trata de puestos no electivos y que no están alcanzados por la legislación de paridad.
De los 17 ministerios de la Provincia, sólo tres están a cargo de mujeres (carteras de la Mujer, de Promoción del Empleo y la Economía Familiar, y de Coordinación). Entre las secretarías, una sola, la Administrativa, es dirigida por una mujer, mientras que todos los cargos de las subsecretarías -cuatro en total- están al frente de hombres.
“Cuanto más altos son los cargos hay más varones, y a medida que nos alejamos de los roles superiores y entre los de menor rango, son más las mujeres”, apunta la especialista, dando cuenta de una marcada segregación vertical entre las autoridades de la cámara.
A nivel de las comisiones parlamentarias se encontró un mejor equilibrio entre géneros, pero con una fuerte segmentación temática (segregación horizontal).
Así, ellas lideran comisiones dedicadas a temáticas que se vinculan con las tareas de cuidado (derechos de la niñez y familia, promoción de la salud, violencias de género, educación y cultura, y desarrollo social, entre otras).
En cambio, los varones lideran las actividades relacionadas con el sector económico y productivo, tales como ganadería y agricultura, economía y presupuesto, relaciones internacionales y comercio exterior, obras y servicios públicos, y justicia y acuerdos.
Esta segmentación horizontal por temas se registra también en los ministerios y secretarías legislativas, un fenómeno que se repite en otras provincias y países, tanto en política como en otros ámbitos.
Francovich destaca la importancia de que las mujeres participen y tengan representación en el tratamiento de todos los temas en general. ¿El motivo? Porque ellas son determinantes a la hora de incorporar y jerarquizar determinadas agendas, que contemplen problemáticas y necesidades más cercanas a sus propias realidades.
Por otra parte, el estudio menciona el carácter binario de las legislaciones,
centradas sólo en la diferenciación entre varones y mujeres. Tampoco se encontraron personas de otras identidades sexogenéricas en los cargos de toma de decisiones relevados, de acuerdo a la información publicada en el Portal de Datos Abiertos de la Legislatura.
Proyecto | Leyes subnacionales de paridad de género y unicameralidad: Córdoba (Argentina) como caso testigo. Instituto de Investigaciones Psicológicas (UNC – Conicet). 2022.
Equipo de investigadoras | Mila Francovich, Lorena Saletti Cuesta, y Silvina Alejandra Brussino.
Metodología | Estudio descriptivo. Fuente: Portal de Datos Abiertos de la Legislatura de la Provincia de Córdoba. Los datos corresponden al universo de los/as legisladores/as cuyos mandatos se encontraban comprendidos en el período temporal analizado (2001, 2003, 2007, 2011, 2015 y 2019).
Fecha de publicación: 21 marzo, 2023
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