En la ciudad de Córdoba, el 78 % de los niños escolarizados consume un desayuno inadecuado
Así lo indica una investigación realizada en la Escuela de Nutrición de la UNC, que entre 2016 y 2017 trabajó con más de 230 niños de escuelas primarias, públicas y privadas, de la capital provincial. Según el estudio, 9 de cada 10 niños desayuna, pero la mayoría realiza una ingesta deficiente en relación a su composición y su aporte energético. [23.08.2018]
Prosecretaría de Comunicación Institucional – UNC
pablo.carrizo@unc.edu.ar
El desayuno es una ingesta determinante para el balance de la dieta de cualquier persona. En el caso de los niños –además de contribuir a reponer el consumo energético tras el ayuno nocturno–, debería proporcionar energía suficiente para afrontar en óptimas condiciones la actividad física, y especialmente la intelectual, durante toda la jornada escolar matutina.
Un estudio reciente de la Escuela de Nutrición, que depende de la Facultad de Ciencias Médicas de la UNC, determinó que el 78% de los niños escolarizados de la ciudad de Córdoba consume un desayuno inadecuado para cubrir las necesidades nutricionales de su edad.
En contraposición con muchas creencias, el trabajo concluyó que el 91,5% de los pequeños desayuna. Sin embargo, del análisis en profundidad surgió que, tanto en la selección de alimentos como en el aporte de energía, esa primera comida resulta poco adecuada, lo que podría impactar de manera desfavorable en el rendimiento físico y cognitivo que demanda la escuela.
El trabajo se realizó sobre una muestra de 234 niños y niñas, de entre 9 y 12 años de edad, que cursan en escuelas primarias de gestión estatal y privada, en la ciudad de Córdoba. La selección escolares fue obtenida a partir de un muestreo por conglomerados que permitió incluir a alumnos de diversos contextos socioeconómicos.
Para evaluar los datos recabados, el estudio recurrió a las sugerencias de las “Guías Alimentarias de la Población Argentina”, que establecen que un desayuno completo y saludable debe estar integrado por cereales, lácteos y frutas.
“En este trabajo se valoró la calidad del desayuno de acuerdo a su composición y aporte energético. La primera variable se refiere al tipo de alimentos, considerando ‘desayuno completo’ al que incluye al menos un alimento del grupo de los cereales, más un lácteo y una fruta”, precisa María Dolores Román, docente de la Escuela de Nutrición y directora de la investigación, un trabajo final de licenciatura titulado “Calidad y composición del desayuno y su asociación con el aporte calórico total de la dieta en escolares de 9 a 12 años de escuelas públicas y privadas de Córdoba, 2016-2017”.
Román especifica que para el análisis se establecieron las siguientes categorías: desayuno incompleto (cereal + lácteo o cereal + fruta o lácteo + fruta); desayuno pobre (cereal o lácteo o fruta); desayuno muy pobre (incluye únicamente otro/s alimento/s diferentes a los propuestos).
En relación al aporte energético, se consideró “suficiente” al desayuno que aporta el 25% del valor calórico total de la dieta, e “insuficiente” a aquel que no alcanza a cubrir el ese porcentaje.
“De esta manera, la calidad del desayuno surge de combinar la composición y el aporte energético. Consideramos entonces como desayuno de ‘calidad adecuada’ al que está constituido por un alimento de grupo de los cereales, más un lácteo, más una fruta, y que aporta el 25% o más del valor calórico total de la dieta”, precisa Román.