Crean la primera variedad de maíz morado adaptada en Argentina

Se llama “Moragro” y es un desarrollo de investigadores de la Facultad de Ciencias Agropecuarias (FCA) que demandó seis años de trabajo. Está adaptado especialmente para zonas semiáridas, pero puede cultivarse en todo el país. Ya fue probado en las escuelas agrotécnicas de las localidades de Las Junturas, Villa Animí, Colonia Caroya y Bell Ville, así como en el Campo Escuela de la FCA. Posee un alto valor de antocianinas, que ayudan a prevenir el desarrollo de enfermedades crónicas. En breve será inscripto en el Instituto Nacional de Semillas (Inase). [15.06.2016]

Por Pablo Carrizo
Redactor UNCiencia
Prosecretaría de Comunicación Institucional – UNC
pablo.carrizo@unc.edu.ar

Los maíces de alto valor agregado, denominados MAV, tienen un mercado y una comercialización diferente, pero se cultivan igual que cualquier maíz. Algunos ejemplos de MAV son el maíz pisingallo, el maíz blanco, el maíz morado, el maíz cuarentín y el maíz dulce, entre otros.

El maíz morado es una variedad originaria de Perú. El nombre obedece a su coloración morada o negra, que se debe a su alto contenido de antocianinas en el grano y a veces en toda la planta.

Las antocianinas son compuestos fenólicos que favorecen, por su actividad en el proceso metabólico del ser humano, la protección de membranas celulares; a través de su actividad química antioxidante desintoxican al cuerpo de agentes contaminantes, desactivan sustancias cancerígenas y, de ese modo, protegen al organismo en el caso de un eventual desarrollo de enfermedades crónicas como la hipertensión, diabetes o enfermedades cardiovasculares.

Esta particularidad le otorga valor a la producción de maíz morado, porque se trata de un cultivo nutracéutico, o sea, de uso farmacológico, ya que ayuda a prevenir el cáncer de colon y de estómago, y entre otros beneficios es antioxidante.

En el marco del grupo “Maíces Especiales” de la cátedra de Mejoramiento Genético Vegetal de la Facultad de Ciencias Agropecuarias (FCA) de la UNC,  investigadores desarrollaron la primera variedad argentina de maíz morado, denominada “Moragro”. Su creación fue el resultado de más de seis años de trabajo.

Planta de maíz morado, en el campo escuela de la Facultad de Ciencias Agropecuarias
Fotografía: gentileza del equipo de investigación.

“Moragro es una variedad obtenida a través de ciclos de selección y adaptación. Es lo que, en la jerga de mejoramiento, se llama una variedad de polinización libre. Eso implica que cuando el productor compre una bolsa de semilla podrá guardar un poco para sucesivos ciclos de producción, manteniendo su comportamiento,  situación que con los híbridos no se logra porque hay que comprar semillas todos los años”, explica María Cristina Nazar, docente e investigadora de la FCA, a cargo de la coordinación del grupo “Maíces Especiales”.

Trabajo interinstitucional sostenido

La variedad Moragro se obtuvo de la siguiente manera: primero se pidieron materiales de quien trabajaba con maíz morado en el país, de algunas semillas, todas de origen importado y sin saber bien su bagaje génico. También, se compró maíz morado que se vende en el Mercado Norte de la ciudad de Córdoba y, mediante un trabajo conjunto con el Centro Internacional de Mejoramiento de Maíz y Trigo (CIMMYT), que analiza material genético, se obtuvo un material peruano y así se conforma lo que llamamos la población original.

Luego de tres años que la semilla germinaba pero no daba frutos, se realizó un proceso de selección en ciclos, a partir del cual se obtuvo una cantidad considerable de semillas aptas. “Moragro” surge hace dos años y está en pleno proceso de inscripción, ya que es el último año de ensayos comparativos de rendimiento. En breve se inscribirá en el Instituto Nacional de Semillas (INASE).

“Para nosotros este desarrollo es muy importante porque puede ser un aporte para incentivar a la población a tener una alimentación más saludable, a partir de la posibilidad de variar el consumo de maíces”, pondera María Cristina Nazar.
Otra de las particularidades que destacan el valor de Moragro es su capacidad para adaptarse a zonas semiáridas y que para su cultivo no es necesario el riego ni el uso de fertilizantes, aunque eso no quiere decir que aplicándolos no reaccione favorablemente.

“Nosotros lo trabajamos sin fertilizantes y funciona muy bien en los lugares donde se lo ha probado: en el campo escuela de la FCA, ubicado en Camino a Capilla de los Remedios, a 15 kilómetros de Córdoba Capital, y en las localidades cordobesas de Las Junturas y Bell Ville”, especifica Nazar.

La creación de la variedad Moragro se dio en el marco de un proceso de trabajo conjunto con varias dependencias de la casa de Trejo y con otras instituciones, entre ellas, el Departamento de Química Orgánica de la Facultad de Ciencias Químicas de la UNC, la Escuela de Nutrición de la Facultad de Ciencias Médicas de la UNC, el Instituto de Ciencia y Tecnología de Alimentos de Córdoba (ICYTAC) y el Conicet. También, participaron grupos de pequeños a medianos productores cordobeses de las zonas semiáridas de producción de maíz denominada “Zona IV” y una serie de escuelas agrotécnicas urbano marginales.

Sobre el grupo Maíces Especiales
Directora | María Cristina Nazar.
Codirectora | Ana Santiago.
Docentes de la Facultad de Ciencias Agropecuarias UNC | Pablo Mansilla, Natalia Quiroga, Carlos Biasutti, Virginia De La Torre, Gabriela Pérez.
Alumnos y egresados de la Facultad de Ciencias Agropecuarias de la UNC | Betiana Aimar, Lucas González, Javier Oronel,  Bernardo Palombo, Augusto Ambrosino, Romina Peralta, Rodolfo Veas.
Escuela de Nutrición | Miriam Cingolani, Mariela Volonté.
Facultad de Ciencias Químicas | Jorge Uranga.
Directores de Escuelas Agrotécnicas | María Eugenia Casas, María de las Mercedes Cravero Benegas, Vanesa Rodríguez, Adrián Giordano, Marcos Perrachione, Nuxia Rodríguez.

Elaboran un alfajor artesanal con harina integral de maíz morado Administrar portlets

En el marco de su tesis de licenciatura, dos egresadas de la Escuela de Nutrición de la Facultad de Ciencias Médicas de la UNC elaboraron un alfajor artesanal en base a harina integral de maíz morado.

Un producto simple aunque inédito, que puede constituirse como una opción alimentaria saludable y económica. Su particularidad es la incorporación de harina integral de maíz morado en un producto de bollería, permitiendo que a través del consumo de una colación, se puedan introducir nutrientes que favorecen la protección del sistema inmunológico.

Esto se debe a que el maíz morado, cuyo nombre técnico específico es Maíz Morado Zea Mays L. Canteño, posee un importante número de grupos fenólicos y flavonoides llamados antocianinas, sustancia que da color al grano y le confieren su actividad antioxidante.

“El maíz morado posee varios compuestos con propiedades antioxidantes, entre los que se destacan fenoles y flavonoides. Estos grupos cuyo nombre suena raro o poco conocidos, son  compuestos orgánicos que se caracterizan por realizar una actividad beneficiosa para la salud”, expresa Alejandra Cabral, docente de la Escuela de Nutrición de la Facultad de Ciencias Médicas y directora de la tesis.

Técnicamente, los compuestos fenólicos son grupos de micronutrientes presentes en las plantas. Poseen una condición química que les confiere una cualidad especialmente antioxidante, porque contrarrestan la oxidación producida por los radicales libres, que son  sustancias químicas que se unen a otras moléculas o células generando procesos oxidativos perjudiciales para la salud.

Una colación como alternativa de consumo saludable

Los alfajores son considerados productos de alta densidad energética y con escasos beneficios para la salud. Por eso cobra valor la elaboración de un alfajor artesanal que por su composición química sea una alternativa saludable.

Alejandra Cabral, la directora de la tesis afirma: “El valor más importante que aporta la elaboración de este alfajor, es dar a conocer que existe un producto natural como el maíz morado, que puede ser utilizado por la población en general. Es una posibilidad creativa de incorporar en los hábitos alimentarios un producto saludable que no es tan conocido”.

El alfajor creado fue comparado con un alfajor conocido en el mercado como “bajo en calorías y apto para celíacos”, y con otro reconocido por sus características como el “alfajor tradicional frutal y artesanal” cordobés.

En la comparación, se constató que el alfajor de harina integral de maíz morado presenta menor valor calórico que aquello más vendidos en el mercado local, menor contenido en hidratos de carbono y proteínas, de igual contenido graso que el alfajor “tradicional” y menor que el alfajor “bajo en calorías”.

Comparación de propiedades entre el producto de la UNC y otros de marcas líderes
Valores
Alfajor de maíz morado*
Alfajor chocolate y arroz
Alfajor de membrillo
Gramos
30
30
30
Valor energético (Kcal)
102.6
135
120
Hidratos de carbono (g.)
14.8
16.36
16
Proteínas (g.)
0.4
1.7
2
Grasas (g.)
4.6
6.9
4.5
Fibra (g.)
0.84
2.8
0.4
Análisis realizado por el Centro de Química Aplicada (Cequimap) de la Facultad de Ciencias Químicas – UNC, 2015.

 

Sobre la tesis de licenciatura
Título | Alfajor elaborado con harina integral de Maíz Morado Zea mays L. Canteño rico en fibras y antioxidantes con potencial efecto protector.
Directora | Alejandra Cabral.
Integrantes | Ivana Agustina Ibarra, Rocío Virgilio Server.
Sede | Escuela de Nutrición. Facultad de Ciencias Médicas. Universidad Nacional de Córdoba.