Instalarán en la UNC el primer radar meteorológico de producción nacional
Estará montado a mediados de noviembre en la Ciudad Universitaria. Constituye un paso fundamental hacia la concreción del Sistema Nacional de Radares Meteorológicos. Fue desarrollado por Invap y además de colaborar en el pronóstico y descripción del tiempo, permitirá prevenir diferentes contingencias ambientales como crecidas repentinas de los ríos, caída de granizo o la ocurrencia de tormentas severas. Entre otras aplicaciones también brindará mayor seguridad a la aeronavegación. [08.10.2014]
Laboratorio de Hemoderivados – UNC
mariana.mendoza@unc.edu.ar
El RMA-1 o Radar Meteorológico Argentino es el primero de una serie de 12 aparatos similares que la Nación instalará en diferentes puntos del país en los próximos dos años, y será emplazado en Ciudad Universitaria en las próximas semanas.
¿Qué lo hace especial? Es el primer radar meteorológico doppler, de doble polarización, desarrollado y fabricado en el país por la empresa Invap. Que sea doppler implica que no sólo ‘ve’ o anticipa la tormenta o fenómeno, sino que también puede medir la velocidad de las partículas de precipitación. Por otra parte, la doble polarización le permite, a su vez, ‘ver’ la forma o geometría del fenómeno detectado en la atmósfera, si es una gota de agua, un cristal, mariposas, langostas o polvo. Al trabajar en Banda C, cuenta con un alcance de 240 kilómetros, extendible a 480 kilómetros en modo vigilancia.
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Justamente, el desarrollo y fabricación nacional de este tipo de instrumental constituye la primera etapa hacia la concreción de este sistema, que también prevé sumar otros 8 radares meteorológicos doppler ya existentes en el país, pero de origen importado, y actualmente manejados en su mayoría por el Servicio Meteorológico Nacional.
El Sistema Nacional de Radares Meteorológicos (Sinarame) constituirá un avanzado sistema de alerta hidrológico y meteorológico. Además de colaborar en el pronóstico y descripción del tiempo, esta red permitirá prevenir diferentes contingencias ambientales como crecidas repentinas de los ríos, caída de granizo, ocurrencia de tornados o tormentas severas. También puede detectar nubes de polvo, migraciones de aves o insectos –como mangas de langostas-, así como predecir la cantidad de precipitaciones que van a caer en un lugar determinado y favorecer la agricultura, y contribuir al estudio de tormentas convectivas.
Asimismo, brindará mayor seguridad a la aeronavegación por su capacidad para advertir cortantes de viento en aeropuertos, situaciones en las que el aire se mueve como en capas, las que se desplazan en distintas velocidades y que pueden afectar el despegue y aterrizaje de aviones. También facilitará el desarrollo de actividades de investigación científica y de formación de recursos humanos calificados, como los de la Especialización en Sistemas de Radares e Instrumentación.
Para conformar un sistema de alerta óptimo los radares necesitan articularse con otro tipo de sensores como satélites y estaciones hidrometeorológicas. En el caso de Córdoba, una vez que el RMA-1 esté operativo –previsto para principios de 2015– se incorporará a los sistemas de alerta provincial y nacional. Si se tiene en cuenta que la estación Falda del Carmen, de la Conae, recibe la señal de más de 14 satélites y que a su vez existen aproximadamente 60 estaciones hidrometeorológicas distribuidas en el territorio provincial, cuando el RMA-1 esté en funcionamiento se podrá ver la tormenta en el satélite, seguirla con el radar y medirla en tierra con las estaciones. Toda esa información irá a un centro de operaciones que analizará la información y sacará los alertas correspondientes a Defensa Civil.
Córdoba, la elegida
En 2011 la UNC y el Ministerio de Planificación Federal firmaron un convenio para la instalación del radar en la Ciudad Universitaria, por un monto de 9 millones de pesos.
La elección de Córdoba responde a varias razones. Entre las más relevantes destacan la existencia de un aeropuerto internacional sin cobertura de radar meteorológico, que de esta manera ganará en eficiencia y seguridad de operación, así como la necesidad de brindar cobertura a una extensa zona de producción agrícola.
El RMA-1 estará instalado en una torre de 33 metros de altura, montada desde el año 2009 en el extremo suroeste de Ciudad Universitaria, al sur del edificio de la Secretaría de Ciencia y Tecnología y del Laboratorio de Recursos Hídricos.
Además de la Secretaría de Ciencia y Tecnología de la UNC, hay dos unidades académicas profundamente implicadas y con distintos roles en el proyecto: Matemática, Astronomía y Física (Famaf), y Ciencias Exactas, Físicas y Naturales (FCEFyN).
Así, Giorgio Caranti y Raúl Comes, ambos docentes investigadores de Famaf, son los responsables de supervisar el contrato con Invap así como gestionar todos los trámites necesarios para instalar el RMA-1 en la Ciudad Universitaria.
En tanto Ricardo Taborda, titular del Laboratorio de Investigaciones Aplicadas y Desarrollo Electrónico de la FCEFyN, es el responsable de las mediciones de radiaciones electromagnéticas no ionizantes previas y posteriores a la instalación del radar.
El emplazamiento de la torre cuenta con la autorización de la Administración Nacional de Aviación Civil, (Anac), mientras que el Aviso de Proyecto con su informe de impacto ambiental ya fue presentado ante la Municipalidad de la ciudad de Córdoba.
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Proyecto Sinarame
En junio de 2011 la Presidencia de la Nación lanzó el Sistema Nacional de Radares Meteorológicos (Sinarame) dependiente de los ministerios de Planificación Federal y Defensa, a través de la Subsecretaría de Recursos Hídricos y el Servicio Meteorológico Nacional, respectivamente.
Este sistema está conformado, a su vez, por un consorcio público-privado que integran el Instituto Nacional del Agua, el Instituto Nacional de Tecnologías Agropecuarias, el Servicio de Hidrografía Naval, la Armada Argentina, la Administración Nacional de Aviación Civil, la Dirección de Agricultura y contingencias climáticas de la provincia de Mendoza; y la Universidad Nacional de Córdoba (UNC) a través de las facultades de Matemática, Astronomía y Física (Famaf) y de Ciencias Exactas, Físicas y Naturales (FCEFyN), entre otras instituciones.
Etapas del proyecto
En este marco, se le encargó a la empresa Invap el desarrollo y construcción de 12 radares meteorológicos doppler, así como el desarrollo del software de procesamiento de datos y el Centro de Operaciones. Para su concreción, la Nación destinó inicialmente 74 millones de pesos.
La primera etapa del Sinarame incluyó la fabricación del RMA-0, un modelo de prueba puesto en funciones en octubre de 2013 en el campo experimental que Invap posee en el aeropuerto de Bariloche. Esta fase también contempla la producción e instalación del RMA-1, el desarrollo del software que procesará los datos relevados, y la construcción del Centro de Operaciones que funcionará en el aeroparque Jorge Newbery, Buenos Aires.
Hacia allí transmitirán todos sus datos los distintos radares del sistema, a medida que se vayan incorporando. La segunda etapa se desarrollará durante 2015 y prevé incorporar cuatro radares más, para los cuales ya hay seis ubicaciones predefinidas.
Fecha de publicación: 10 octubre, 2014