Pablo Semán: «Somos un país diferente al del año pasado»
El 15 de marzo a las 18 se presentará en el Museo de Antropología de la UNC “Está entre nosotros. ¿De dónde sale y hasta dónde puede llegar la extrema derecha que no vimos venir?”. El antropólogo Pablo Semán, coordinador del libro, comparte algunas claves para pensar el presente político argentino. (13-03-2024)
Por Eliana Piemonte
Colaboradora UNCiencia
Museo de Antropologías–UNC
epiemonte@unc.edu.ar
“A inicios de 2023, La Libertad Avanza (LLA) –el partido que disputó la presidencia de la Nación en noviembre de ese año– era considerado por buena parte de los observadores poco más que una curiosidad evanescente. Este libro describe la historia de las ideas y los mundos sociales en que toma forma y volumen la fuerza política de extrema derecha que finalmente conmovió el panorama electoral y la agenda política del país”, explica el prólogo de Está entre nosotros. ¿De dónde sale y hasta dónde puede llegar la extrema derecha que no vimos venir?.
El libro, publicado por Siglo XXI Editores y coordinado por Pablo Semán, cuenta con textos de Melina Vázquez, Ezequiel Saferstein, Sergio Morresi, Martín Vicente y Nicolás Welschinger.
Semán dialogó con UNCiencia para compartir su análisis sobre estos primeros meses de gobierno de La Libertad Avanza.
-Este presidente, este gobierno, estas medidas… ¿es todo realmente nuevo? ¿Se trata de algo inédito, original, desconocido a nivel mundial?
-A mí me parece que siempre hay novedad, porque la historia nunca se repite. Obviamente que esto tiene antecedentes en otros lugares del mundo, pero me parece que, a diferencia de las avanzadas de otras ultraderechas, esta es una avanzada de una derecha mucho más radical que la que hay en otros países; y más abrupta, más acelerada, con muchos menos antecedentes.Y además hay un uso interesado del hecho de que esto es “lo mismo de siempre» y de que es global, que tiende a que quienes formulan esta idea omitan una posición autocrítica respecto de qué es lo que ellos hicieron para que esto pasara. Por otro lado, como señalamos hace ya casi un año, el triunfo de Milei sería, más que un caso de un fenómeno global, un fenómeno global en sí mismo, algo que en ese momento no fue siquiera considerado pues pocos entendían las potencialidades de La Libertad Avanza.
-Las medidas tomadas en estos meses de gobierno de LLA, ¿son similares a las tomadas por otros gobiernos de derecha en nuestra historia?
-Las medidas que tomó Milei sí, son muy parecidas a las de otros gobiernos, probablemente con un grado de radicalidad mayor, y además en un contexto democrático. Porque probablemente hubo otros ajustes en contextos de una represión mucho más fuerte. Y también creo que hay que tener en cuenta que estas medidas tienen un relativo consenso, más allá de que son en muchos casos extremas y contrarias a tradiciones que, aunque hoy están debilitadas, son importantes.
-¿Este gobierno puede seguir teniendo apoyo popular e incluso ampliarlo sin conseguir mejoras económicas concretas?
-Creo que sí, el gobierno puede seguir teniendo apoyo, aún cuando las mejoras aparezcan, si es que aparecen, demasiado tarde o muy tarde. Creo que una parte del apoyo que tiene el gobierno depende de la incomodidad que causan los dirigentes opositores, que son casi todos ilegítimos. El gobierno trabaja mucho la ilegitimidad de esos personajes, pero esos personajes no hacen nada por no ser ilegítimos, o por no mostrar su ilegitimidad, creyendo que son dirigentes respetados.
-¿Qué lugar tiene el Estado en esta nueva configuración?
-El lugar del Estado, en este momento, desde el punto de vista de Milei es básicamente un aparato a desmontar, probablemente nunca haya habido en la Argentina un equipo dirigente que tuviese tan poco en cuenta al Estado, que tuviese tanta hostilidad frente al Estado, y que tuviese la pretensión tan marcada de reemplazar cualquier actividad estatal por su sucedáneo de mercado.
-¿Qué lugar tienen el Poder Legislativo y el Judicial en esta coyuntura?
-Milei intenta trasladar el resultado de la elección a todos los ámbitos de la política y de la administración pública y, por lo tanto, a subordinar a la lógica del 56%a los poderes Legislativo y Judicial, y a toda la vida política de la Argentina. Esa es una tentativa que, justamente, hasta ahora le vino más o menos saliendo.
-En una nota decís que las derechas contemporáneas se caracterizan por un fusionismo que les permite encontrar denominadores comunes, formas de convivencia y avance político pese a sus enormes diferencias. ¿Por qué no pasa lo mismo con los sectores progresistas?
-Fusionismo, que es un concepto propio de la mirada política de los libertarios y que analizan y exponen Sergio Morresi y Martín Vicente en el libro que hicimos en conjunto, no es exactamente la síntesis ni la capacidad de formar frentes amplios, aunque tiene que ver con eso. Es una técnica política que implica la convivencia, la diferencia, los objetivos comunes y, luego, a veces, la emergencia de productos sui generis.
La izquierda utilizó algo parecido en otros momentos. El problema de la izquierda, de la oposición, del peronismo, de todas las fuerzas que hoy no son liberales o libertarias es que, por un lado, multiplicaron sus aparatos militantes ad infinitum, a costa del Estado. Y, por otro lado, multiplicaron sus enfrentamientos, en parte por la apropiación de lugares en el Estado y, finalmente, todas esas partes promovieron políticas erróneas que llevaron a un desprestigio del conjunto y de cada una de esas partes. Entonces, en el progresismo no se salva nadie. Están todos mal y todos echándose la culpa entre ellos. Quizás en algún otro momento puedan intentar un fusionismo. Hoy lo que deberían intentar es minimizar daños. Pero la verdad es que las llamadas fuerzas progresistas o nacional-populares o democráticas o de izquierda o los distintos sectores que están implicados en estas expresiones van a tener que atravesar un desierto y no hay ninguna garantía de que vayan a tener un apoyo mayoritario más adelante.
-¿Qué tramas pensás que se están gestando en el presente político argentino? ¿Cuál sería el rol de la dirigencia política en general?
-Lo que está ocurriendo es un proceso de densificación política, organizativa e ideológica de La Libertad Avanza, y una tentativa del Pro de avanzar en el gobierno de La Libertad de Avanza. No está tan a la vista y no es tan seguro que pueda ocurrir, pero se están preparando para eso. Y en los sectores populares y en las organizaciones populares hay una especie de toma de conciencia de una derrota que no terminó de suceder porque todavía esperan más etapas de derrota. Tampoco terminó de suceder la toma de conciencia. Las organizaciones populares en algún punto están, por un lado, hipertrofiadas de diagnósticos, consignas, lugares comunes. Y, por otro, todas sus enunciaciones están vaciadas de sentido para una parte muy importante de la población.
-¿Somos un país diferente hoy al que éramos el año pasado?
-Somos un país diferente al del año pasado. Venimos cambiando hace varios años, pero lo que hace La Libertad Avanza nos hace cambiar mucho más rápido porque es un gobierno que acelera y consigue objetivos en cuanto, por lo menos, a cambiar la disposición de la población en términos políticos.
-¿Qué opinás de la toma de posición de un sector de los gobernadores opositores que dicen pensar en un Estado más proteccionista que apueste a la producción y al trabajo?
-Es importante confrontar la concepción de Milei en cuanto al Estado. Milei no tiene más propuesta que dinamitarlo. El Estado tiene mucho por mejorar y detectar necesidades de reforma también debería ser una tarea de la oposición.
* Leé también esta nota en el portal del Museo de Antropologías.
Presentación
El libro Está entre nosotros. ¿De dónde sale y hasta dónde puede llegar la extrema derecha que no vimos venir? se presentará el 15 de marzo a las 18 en el Museo de Antropologías (UNC. Participarán de la presentación Pablo Semán junto a la periodista Fabiana Bringas y al antropólogo Ezequiel Grisendi.
Dónde. Yrigoyen 174, ciudad de Córdoba.
Entrada. Libre y gratuita.
Fecha de publicación: 13 marzo, 2024