Educación sexual en la escuela: dar el primer paso
Anticoncepción, prevención de enfermedades de transmisión sexual o detección de abuso sexual, son algunos de los ejes recurrentes en las preguntas de los adolescentes sobre sexualidad en las escuelas medias. Interrogantes que no siempre encuentran la respuesta adecuada ya que el silencio, los prejuicios y la falta de formación sobre cómo abordar la temática, atenta contra la posibilidad de los docentes de brindarles información útil y correcta.
Con el objetivo de revertir esa situación, que se traduce en embarazos adolescentes, abusos y violencia de género entre otras cuestiones, en 2006 se aprobó la ley nacional 26.150 "Programa Nacional de Educación Sexual Integral". Desde ese momento, es obligación que las currículas contemplen este contenido, tanto en las escuelas públicas y privadas desde el nivel inicial.
Luego de tres años, 2009 parece ser el momento en que Córdoba implementará la educación sexual en la escuela secundaria, pero hasta el momento no hay más información al respecto.
Paula Gaitán, es egresada de la Escuela de Trabajo Social, y a partir de una beca de extensión, trabaja en el IPEM Nº 15 "Santiago Ayala" de barrio San Vicente de Córdoba para incorporar estos contenidos en la currícula y de esa forma, convertir a la entidad en una de las primeras en hacer efectiva la aplicación de la ley. [Ver video relacionado]
"La educación sexual debe abordarse desde un punto de vista integral, es decir, teniendo en cuenta los aspectos sociales, culturales, biológicos y psicológicos. Asimismo, es necesario enmarcarla en los Derechos Humanos y en un enfoque que considere la construcción social de género para analizar cómo fue el devenir histórico de lo que son varones y mujeres y las violencias que eso ha generado, para poder desnaturalizarlas, modificar esa realidad y construir relaciones equitativas de género.", dice Gaitán.
Para la becaria, los principales obstáculos para la aplicación de la ley están vinculados a la escasa formación en temas de sexualidad y género de los docentes de las escuelas medias. Por lo tanto, la demanda de información de los adolescentes no encuentra respuestas basadas en conocimientos científicos pertinentes y actualizados, y resuelven sus inquietudes entre pares o por medios de comunicación.
Por esa razón, el trabajo en el Santiago Ayala comenzó a principios de año con los profesores, para reconocer sus dificultades de formación en la temática e instalar la mirada de género, que según Gaitán, no se tiene en cuenta en las instituciones educativas o tiene un tratamiento casi nulo en el programa escolar. "Ellos son actores claves en la transmisión de conocimientos, valores y pautas de conducta, por eso es fundamental intervenir sobre sus obstáculos subjetivos, culturales, conceptuales e institucionales para implementar acciones de Educación Sexual Integral", señala.
Este es el primer paso para evitar el silenciamiento del tema en el aula o que sus respuestas estén sesgadas por sus propios prejuicios, percepciones y posicionamientos.
"Algunos profesores se abstienen de abordar el tema de forma explícita en las aulas, otros lo hacen con un recorte biologicista y todos, de forma conciente o no, transmiten sus propios prejuicios y reproducen así los modelos que perpetúan las desigualdades y violencias de género, y consolidan un abordaje de tendencia moralista y/o biologicista de la sexualidad", explica la egresada universitaria.
Sexualidad, familia y escuela
La convicción, desde la dirección del establecimiento, sobre la necesidad de instrumentar la metodología adecuada para que los chicos reciban educación sexual, fue fundamental para que el trabajo extensionista fuera posible.
"Desde la dirección convocamos a los docentes a los cursos de formación que no son obligatorios pero creo que sí son necesarios para que cuenten con los conocimientos para abordar la temática. La formación sexual es un derecho de los alumnos y un medio para que puedan manejar información correcta y superar cuestiones como discriminación, violencia de género o represión sexual", expresa la directora del Santiago Ayala, Cristina Trapote.
De los encuentros con docentes surgirá el modo en el que se implementarán los contenidos en el aula durante la segunda mitad del año. "La educación sexual debe ser una construcción de toda la comunidad educativa para que continúe más allá de las personas que lo empezamos", plantea Gaitán.
En ese sentido, Trapone manifestó su apoyo para que la educación sexual se aborde de manera transversal en la currícula y sea un proyecto institucional a largo plazo.
Por otro lado, el tratamiento de este tema en el colegio implica, para la entidad escolar, actuar en un terreno que históricamente fue monopolizado por la familia. "En experiencias en otros establecimientos se evidenció que muchos padres no están preparados para informar a sus hijos. Tienen dificultades para hablar sobre el tema porque ellos no han recibido tampoco formación sexual en cosas básicas", manifiesta Gaitán.
En ese sentido, la beca considera realizar al menos una actividad educativa para las familias de los alumnos en la que se prevé que puedan intercambiar experiencias e inquietudes.
Asimismo, la opinión y consideraciones de los padres serán tenidas en cuenta al momento de delinear los contenidos que se darán en el aula. "La Constitución Nacional dice que es un derecho de los padres elegir el tipo de educación que quieren para sus hijos. Con respecto al tema de la sexualidad, nosotros asumiremos el compromiso de enseñar lo que ellos nos demanden, en función de los parámetros, principios e ideología que acordemos", indica Trapone.
Esta experiencia piloto que se lleva a cabo en el Santiago Ayala es una de las pocas iniciativas provinciales para incluir en sus contenidos la temática. "Hay inquietud de directores y docentes pero no conozco otras experiencias similares a la que estamos llevando a cabo y tampoco se bajó ningún plan oficial", agrega la directora.
En tanto, espera que el trabajo con la universidad, sea tan satisfactorio como los anteriores, y que el Ipem 15 se convierta en la primera de muchas entidades educativas en poner en práctica la Ley 26.150.
LA BECA
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De la beca de extensión "Educación Sexual integral en la escuela pública. Propuesta de abordaje desde una perspectiva de género" participan 70 docentes, preceptores y directivos, y 370 alumnos y alumnas del Ipem Nº 15 Santiago Ayala, de Barrio San Vicente de Córdoba capital. De forma indirecta, intervienen las familias de los adolescentes. |
ANTECEDENTES
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El Ipem 15 participó en dos proyectos realizados por la Escuela de Trabajo Social: "Universidad y Escuela Pública: abordar la violencia para promover la inclusión social", en 2004 y 2007; y "Hacia la Equidad de género en el sistema educativo", en 2007 y 2008. Como consecuencia de esas intervenciones se conformó en el establecimiento un Consejo Consultivo formado por alumnos delegados de los cursos, docentes, preceptores y directivos. Además, se obtuvo un diagnóstico acerca de las representaciones y prácticas de diferentes actores escolares sobre violencia de género y se desarrollaron acciones sostenidas de capacitación y trabajo en taller sobre el tema género con un grupo de docentes y preceptores. Asimismo, el Ipem 15 participó del "II Encuentro de Centros de Estudiantes" donde se trabajó sobre la Ley 26.150 y las posibilidades que tenían los estudiantes para aportar en procesos de monitoreo de la ley. Todas esas intervenciones sirvieron de antecedente para que se lleve a cabo allí la beca de extensión que coordina Paula Gaitán. |
ADOLESCENTES Y SEXUALIDAD |
Según un relevamiento realizado por Gaitán, son múltiples las investigaciones realizadas en Argentina que dan cuenta de la vulnerabilidad de los adolescentes en relación al acceso a los derechos sexuales y reproductivos, en particular si pertenecen a sectores de pobreza. Algunos datos de Salud Sexual y reproductiva en nuestro país: – Los adolescentes no cuentan con información científica, pertinente y actualizada acerca de sus derechos sexuales y reproductivos, ni sobre propuestas de análisis y reflexión sobre las relaciones entre e inter géneros que aporten a modificar las violencias, desigualdades y discriminaciones vigentes en diferentes escenarios en los que se desenvuelven. – Se ha demostrado la influencia de la socialización de género como productora de obstáculo para el acceso a los derechos sexuales y reproductivos: dificultades de mujeres y en particular de las más jóvenes para negociar con sus parejas la utilización de preservativo en relaciones sexuales, el inicio de relaciones sexuales en adolescentes mujeres derivado de la presión de sus parejas y no como decisión autónoma, mayor vulnerabilidad de las mujeres en la adquisición de VHI, fuerte asociación de la mujer con la reproducción y la maternidad, falta de percepción de la mujer de su propia vulnerabilidad frente a Infecciones de Transmisión Sexual, vigencia del mito de los "grupos de riesgo" frente a la transmisión del VIH, sólo el 10 por ciento de los adolescentes posee información correcta acerca del Sida. -Los mandatos acerca de la conducta sexual internalizados por los sujetos devienen factores de vulnerabilidad diferencial frente al VIH-sida, ya que la masculinidad hegemónica constituye una condición psicosocial poco saludable, en tanto promueve diversas conductas de riesgo con el fin de reafirmar el ideal viril. – Una investigación que analiza de modo explícito la relación entre "imágenes de género" y conducta reproductiva, concluye: "Las características familiares y educativas, pero también sus expectativas, su visión de las relaciones entre los géneros, sus proyectos de vida (o la falta de ellos) ayudan a entender la asunción de conductas reproductivas poco cuidadosas, que ponen a los jóvenes de clase baja en mayor riesgo de embarazos tempranos". -Respecto al VIH/Sida, un trabajo de Mabel Bianco afirma que en el grupo adolescentes y jóvenes de 15 a 24 años hay más nuevas infecciones en las mujeres que en los varones; y en el grupo de 13 a 19 años, la proporción de mujeres infectadas es mayor. De esa manera concluye que el problema es que precozmente se infectan con VIH y no lo pueden evitar porque no saben los riesgos que corren, o porque no tienen acceso gratuito a los preservativos cuando lo saben y quieren cuidarse, o porque no tienen la capacidad de negociar con sus compañeros sexuales para que usen preservativo. (Datos tomados del Proyecto de Extensión "Educación Sexual integral en la escuela publica. Propuesta de abordaje desde una perspectiva de género".) |
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Fecha de publicación: 18 mayo, 2009