Pablo dejó la carrera que había elegido. Al tiempo y esfuerzo que le demanda a cualquier estudiante universitario, él debía sumarle un cúmulo de obstáculos extra: es ciego. Por ello, contar con los materiales en soportes accesibles era casi una odisea, necesitaba que alguien le grabara los apuntes o libros para estudiar cada materia. Como esa actividad dependía de la voluntad y tiempo disponible de otras personas, muchas veces no lograba cumplir con los plazos establecidos por los docentes. Su rendimiento académico fue decayendo y, finalmente, abandonó. ¿Cuántos Pablos estudian hoy en la universidad? ¿Y cuántos más dejaron de hacerlo?

Con la finalidad de ofrecer materiales de estudio en soportes viables y permitir el acceso en igualdad de condiciones a la educación, la Escuela de Ciencias de la Información (ECI) de la Universidad Nacional de Córdoba inició un servicio de digitalización de textos para personas ciegas o con baja visión.

El trabajo se realiza a demanda. Esto significa que los estudiantes llevan los materiales (apuntes o libros), que son digitalizados con un escáner de alimentación continua y luego sometidos a un proceso de corrección por parte de voluntarios, ya que según la calidad del original, en ocasiones el aparato «confunde» algunos símbolos, no interpreta imágenes y entonces es necesario ordenar e interpretar los gráficos, por ejemplo.

El proceso termina con la grabación en formato de audio (mp3) o en CD y con la publicación en la biblioteca o documentoteca de Tiflolibros (www.redmate.org ), las primeras en su tipo en  América latina, que ya suman más de 28 mil volúmenes y casi 500 documentos (ver aparte Derechos de autor). Los interesados, además, pueden «leer» esos materiales en una computadora ubicada en la biblioteca de la ECI que posee un software específico lector de pantalla, encargado de traducir los escritos en voz sintética.

Este trabajo es posible gracias a un Proyecto de Voluntariado Universitario financiado por la Secretaría de Políticas Universitarias de la Nación -en el que participan docentes, egresados y estudiantes de la ECI- y a una beca de la Secretaría de Extensión Universitaria de la UNC. La gestora de la iniciativa es Jimena López, una alumna ciega del cuarto año de la carrera de Comunicación Social.

Para aunar esfuerzos y evitar la duplicación de trabajo se conformó la Red MATE (Materiales y Apoyos Tiflo Educativos). Es una iniciativa de la Unión Nacional de Ciegos del Uruguay, (Uruguay) en convenio con la Universidad de la República, la ECI y la Asociación Civil Tiflonexos, con sede en Buenos Aires. Su objetivo es producir materiales de lectura para estudiantes ciegos o con baja visión con la finalidad de reducir los elevados índices de deserción del sistema educativo de los jóvenes con discapacidad visual.

Allanar el camino

Lo que resulta natural para la mayoría de los estudiantes -tomar apuntes en clase, sacar fotocopias, comprar libros y estudiar- requiere un proceso más complicado para los discapacitados visuales.

En muchos casos, las familias son las encargadas de grabar los materiales de sus hijos o hermanos. En otros, esto no es posible por distintas razones. Jimena recuerda que al comenzar la carrera solía recurrir a la biblioteca para discapacitados visuales. «Voluntarios he tenido de todos los tipos: amas de casa, trabajadores de media jornada, jubilados, embarazadas que debían reposar, y hasta gente súper ocupada», comenta. Pero las necesidades de uno no se corresponden siempre con el tiempo de los demás.  «Si bien conté con personas en las que pude confiar plenamente, con otros corté clavos hasta último momento», agrega.

En poco menos de un mes de trabajo, el Centro de Producción de Ciencias de la Información ha digitalizado todo el material de cuarto año del Traductorado de Inglés, varias materias de la carrera de Comunicación Social y textos de Trabajo Social.

Fecha de publicación: 28 abril, 2009