Inteligencia Artificial u otros términos afines como algoritmos o datos, aparecen hoy en los medios de prensa, en estudios científicos, en ensayos y hasta en charlas de café.

La IA traduce conceptos casi mágicos. A veces estas palabras se emplean sin entender bien el significado profundo de las mismas. En ciertos casos se las equipara con instrumentos infalibles y perfectamente racionales cuya ayuda puede ser inestimable para delegar ciertas tareas o incluso responsabilidades.

Sin embargo la IA necesita de una recopilación masiva de datos y un uso generalizado de algoritmos que para algunos también supone una amenaza para la sociedad y la democracia.

Francisco Tamarit¹ y Martín Domínguez²

1 – Doctor en Física y profesor de la UNC
2 – Doctor en Ciencias de la Computación y profesor de la UNC<

Realización: Diego Ludueña