Chagas: diseñan un sistema de captura de vinchucas para zonas rurales

El dispositivo permite detectar y capturar al insecto transmisor de Chagas en el interior de viviendas precarias y lugares aledaños, como corrales y gallineros. Asegura al habitante el control y protección permanente de su domicilio; así ayuda a prevenir una de las principales enfermedades parasitarias del mundo, que en Argentina afecta a 1,6 millones de personas. El desarrollo fue ideado por dos jóvenes egresadas de Diseño Industrial de la UNC, como trabajo final de la carrera. [23.06.2016]

Por Candela Ahumada
Redactora UNCiencia
Prosecretaría de Comunicación Institucional – UNC
candela.ahumada@unc.edu.ar

El Chagas es una de las enfermedades endémicas más expandidas en el mundo, pero afecta principalmente a América Latina, con unos 10 millones de personas infectadas, según estimaciones de la Organización Mundial de la Salud.

En Argentina, existen 7,3 millones de personas expuestas y 1,6 millones poseen la enfermedad, por lo cual constituye uno de los principales problemas de salud pública a nivel nacional. El vector transmisor es la vinchuca, un insecto que habita en ranchos y construcciones precarias, situadas generalmente en ámbitos rurales y aislados. Si bien a través del Programa Nacional de Control de Chagas se realizan fumigaciones en viviendas de este tipo, frecuentemente vuelven a reinfectarse meses después.

Situación endémica actual en Argentina. Riesgo de exposición a la vinchuca, por provincia.
Fuente: Trabajo final de Diseño Industrial / Emma Bosco y Elisa Barbero

Elisa Barbero y Emma Bosco son egresadas de la carrera de Diseño Industrial de la Universidad Nacional de Córdoba, y autoras de un sistema de detección y captura del vector que podría ayudar a prevenir y controlar el contagio del Chagas. Se trata de una sencilla trampa que se coloca en el interior de la vivienda y en el peridomicilio, que fija y atrapa a la vinchuca cuando esta se desliza por una superficie adhesiva. “Pensamos en generar un desarrollo que pudiera dar respuesta a las poblaciones de riesgo, atendiendo a las características de su hábitat y entorno”, señalan las diseñadoras, y aclaran que, en su mayoría, son viviendas construidas de adobe o ladrillo sin revocar, de uno o dos ambientes, carentes de servicios básicos como agua potable, gas y electricidad.

El dispositivo consta de una trampa de plástico resistente de forma alargada, que va montada sobre un riel o soporte fijado a la pared, próximo a la cabecera de la cama, aproximadamente a 1,20 metros del suelo. La ubicación y altura a la cual debe colocarse el aparato es clave, ya que debe “interrumpir” el recorrido habitual del insecto: este trepa por la pared hasta superar la altura a la que se encuentra la persona recostada, para luego “dejarse caer” sobre su víctima y atacarla: pica a humanos y animales, de cuya sangre se alimenta, transmitiendo por esta vía el parásito Trypanosoma cruzi.

“Son insectos que se esconden y buscan refugio en lugares oscuros durante el día, mientras que por la noche salen a buscar alimento”, comenta Bosco sobre los hábitos del vector.

El aparato se coloca en ángulo, es decir, la parte inferior de la trampa debe estar levemente alejada de la pared para permitir el ingreso del insecto, que queda inmovilizado al entrar en contacto con una placa de fuerte poder adhesivo. El desarrollo prevé además un espacio de almacenamiento de placas adhesivas de repuesto, para un funcionamiento continuo durante un año. Cada placa tiene una  duración aproximada de dos meses, tras lo cual deben ser recambiadas.

Versión externa

El diseño también incluye una versión para ser utilizada en el exterior de la vivienda, como corrales, gallineros o depósitos, que deben ser vigilados constantemente ya que constituyen posibles focos de infección. En efecto, en estos espacios es frecuente encontrar vinchucas debido a que son atraídas por los animales.

Imagen alusiva al video

La trampa externa es similar a la que se usa dentro de la casa, pero en este caso se encastra a una base que debe sujetarse al ras del suelo. Dicha base está especialmente diseñada para que el insecto ingrese en busca de refugio: posee orificios que permiten el paso del vector, el cual es atraído por la oscuridad hacia el interior de la trampa, donde queda retenido al entrar en contacto con el adhesivo. 

Ambos diseños, interno y externo, poseen un calendario o display en su parte frontal, que indica al usuario los períodos en los que debe revisar la trampa (una vez al mes), y cambiar la placa adhesiva (cada dos meses).

 “El objetivo es incluir al habitante en la tarea de monitoreo de su propia vivienda, generando un hábito de control”, explica Barbero. El calendario posee además un señalador, que la persona debe cambiar de posición diariamente para asegurar el correcto funcionamiento del dispositivo. “A medida que pasa el tiempo se pierde gradualmente el poder de adhesividad de la placa, razón por la cual hay que estar atentos a su recambio”, destaca la joven.

Una de las ventajas del dispositivo es que puede ser producido íntegramente con materia prima disponible en el país, con un proceso tecnológico relativamente sencillo (extrusión e inyección).

El sistema completo –trampa domiciliaria y peridomiciliaria– está pensado para un uso prolongado en el tiempo, con un costo inicial aproximado de 370 pesos, al que se suma un costo adicional anual muy bajo, al momento del recambio de la placa adhesiva.

Barbero destaca que el sistema permite a los habitantes de zonas de riesgo mantener vigiladas sus viviendas, luego de haber sido fumigadas. “La idea es que, con evidencias concretas, puedan solicitar la refumigación del lugar en caso de haber señales de reinfestación”.

Fuente: Trabajo final de la carrera Diseño Industrial / Emma Bosco y Elisa Barbero. Imágenes: Bärbel Stock y Centers for Disease Control and Prevention’s Public Health Image Library (Myron G. Schultz). Vía Wikimedia Commons.
Ventajas del producto
Control permanente | Brinda autonomía a los habitantes de las zonas más aisladas, proveyéndolos de los elementos necesarios para vigilar su vivienda.
Adaptabilidad | Se puede colocar en superficies verticales dentro del domicilio o al ras del suelo en corrales y gallineros.
Aviso | Alerta y protege al usuario ante posibles reinfestaciones de la vivienda, ofreciendo evidencias para solicitar la refumigación química de su hábitat.
Funcionamiento prolongado | Por el período de 12 meses (duración de la adhesividad de las placas), aunque el dispositivo tiene una extensa vida útil.
Tecnología local | Procesos tecnológicos y materia prima disponible en el país.
Apoyo a técnicos | Facilita a los fumigadores la revisión de la vivienda, evidenciando la presencia del vector del manera rápida y sencilla.
Sobre el proyecto de diseño
Proyecto | “Sistema de detección y captura del vector transmisor de la enfermedad de Chagas Mazza en viviendas rancho y peridomicilio”. Trabajo final de la carrera de la Diseño Industrial.
Institución | Facultad de Arquitectura, Urbanismo y Diseño. Universidad Nacional de Córdoba. 2015.
Integrantes | Elisa Barbero y Emma Bosco (autoras), Daniel Capeletti (titular) y Sebastián Dovis (tutor).

Fecha de publicación: 23 junio, 2016