La supercomputadora Mendieta es la séptima más rápida de América Latina

El equipo radicado en la Universidad Nacional de Córdoba quedó entre los más veloces de la región, según el ranking LarTop50. Los investigadores locales se encuentran entre los más capacitados en Argentina para administrar ordenadores de alto desempeño. [05.11.2014]

Por Gino Maffini
Redacción UNCiencia
Prosecretaría de Comunicación Institucional – UNC
gino.maffini@unc.edu.ar

El Centro de Computación de Alto Desempeño (CCAD) de la Universidad Nacional de Córdoba cuenta con dos supercomputadoras: Cristina y Mendieta. Esta última es la más rápida del país y, según se conoció recientemente a partir de la difusión del ranking regional LarTop50, es la séptima con mayor velocidad de cálculo en América Latina.

Más allá del tamaño y la potencia de estos equipos, los científicos de la Casa de Trejo lograron posicionarse en los últimos años entre los más reputados para la gestión –incluso de manera remota– de estos ordenadores, un aspecto clave en el proceso de difusión de estas facilidades durante la última década.

Si bien ya se conocía que Mendieta era la más veloz de Argentina, la última edición del LARTop50 –que lista la potencia de cálculo de las supercomputadoras de América Latina usando estándares internacionales– indicó que es la séptima más rápida de la región, con una velocidad real de cálculo de 14,7 teraflops (es decir, 14,7 billones de operaciones por segundo).

Hace años que existe el listado de las 500 supercomputadoras más potentes del mundo, en el que prácticamente no aparecen equipos de América Latina, porque los más poderosos están instalados en países desarrollados. Por ello se impulsó la iniciativa LARTop50, para dar a conocer y otorgar visibilidad al equipamiento existente en los países latinoamericanos.

Según explica Cristián Sánchez, quien fuera director del Centro de Computación de Alto Desempeño de la UNC y coordinó además el Sistema Nacional de Computación de Alto Desempeño, el LARTop50 mide la velocidad de cálculo de los equipos de la región a través de la resolución de un problema matemático estándar, el mismo que se usa para realizar el top 500 a nivel mundial. “Básicamente consiste en resolver un sistema simple de ecuaciones lineales, que ya se viene usando desde hace mucho tiempo para comparar  equipos”, explica.

La perfomance evidenciada por Mendieta la ubicó en el séptimo lugar, por debajo de supercomputadoras radicadas en México, Brasil y Chile. Quien lidera ese listado es Miztli, un equipo de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) que tiene una velocidad de cálculo cinco veces mayor que Mendieta. La segunda supercomputadora más veloz de Argentina es Isaac (2,9 teraflops), de la Comisión Nacional de Energía Atómica (Cnea), ubicada en el puesto 12 a nivel regional.

“Este ranking nos muestra cómo estamos en la región y es un indicador de cómo fueron, en las últimas décadas, las políticas y las inversiones en un área específica de ciencia y técnica. Brasil y México ocupan los primeros lugares a nivel regional y eso es producto de un desarrollo sostenido a lo largo de más de 20 años. En Argentina hoy se está trabajando muchísimo, pues el Ministerio de Ciencia, Tecnología e Innovación Productiva de la Nación tiene como una prioridad la instalación y el uso de equipos de alto desempeño, por eso existe Mendieta”, expresa Sánchez.

Las supercomputadoras de la Universidad Nacional de Córdoba
Las supercomputadoras de la UNC

Simulaciones en Córdoba

El clúster Mendieta entró en funcionamiento en dos etapas, la primera en mayo de 2013 y la segunda en junio de 2014. La máxima performance teórica de todo el equipo -es decir, aquella que alcanzaría si todas las unidades que lo componen trabajaran de manera perfectamente eficiente- alcanza los 26,4 teraflops (26,4 billones de operaciones por segundo).

En el examen realizado para el LARTop50 se logró una eficiencia real de 14.79 teraflops, utilizando los 14 nodos instalados en la segunda etapa y todas las aceleradoras. “La velocidad de comunicación entre las unidades es el principal desafío a resolver en este tipo de computadoras. Esa conexión toma tiempo y no te permite usar el equipo al ciento por ciento de su perfomance teórica”, explica Sánchez.

Mendieta se utiliza básicamente para tareas de simulación. Cualquier proceso que se pueda hacer en la realidad, también se puede recrear de manera virtual: se descompone en las partes que lo conforman y se introducen, describiéndolas, en una computadora. De esa manera, una práctica que antes era poco extendida se está convirtiendo en un recurso más de la investigación científica, al punto de que en algunas áreas de la ciencia casi todo el trabajo involucra simulación virtual.

De todas maneras, Mendieta es utilizada no solo por investigadores de distintos lugares del país, como Córdoba, Paraná, Río Cuarto, Mendoza y Buenos Aires,  sino también por empresas de los sectores público y privado.

Perspectivas

La experiencia acumulada a partir del trabajo con los clústeres Cristina y Mendieta está permitiendo a los investigadores locales y a la propia UNC posicionarse en el primer orden nacional en la gestión de supercomputadoras, lo cual abre muchas posibilidades a futuro.

El Ministerio de Ciencia, Tecnología e Innovación Productiva ya tomó la decisión política de que, si en el futuro se adquiere otro gran equipo de cómputos para dar servicio a todo el sistema nacional, será instalado en la localidad de Benavídez (Buenos Aires), donde Arsat ya tiene un centro de datos de nivel mundial y existe la infraestructura necesaria para abastecerlo. En Córdoba, por ahora existen limitaciones respecto a las posibilidades de refrigerar y proveer de energía a máquinas de esta envergadura.

Pero la UNC, en cambio, tiene buenas perspectivas de ser quien gestione esos equipos de alto rendimiento por la experiencia que sus especialistas están logrando en la administración y prestación de servicios de cómputos a investigadores y empresas de todo el país. “Habiendo recursos humanos bien formados, la administración se podría hacer de manera remota. En eso Córdoba tiene muy buenas perspectivas, ha crecido mucho en estos años y está muy bien posicionada para gestionar equipos de primer nivel”, evalúa Sánchez.

Pese a los avances logrados en los últimos años, Sánchez consideró que aún faltan “muchos años para acercarnos” al desarrollo logrado en otros países de la región, como Brasil y México. A su criterio, la dificultad más grande radica en que Argentina no produce semiconductores, razón por la cual el hardware tendrá que continuar siendo importado durante largo tiempo. “Es una deficiencia estratégica fuerte y lo será también a futuro. Pero por algún lado había que empezar, y ya estamos en marcha”, concluye.

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