Descubren una nueva estrella con las condiciones óptimas para la formación de planetas
El hallazgo es un resultado concreto del proyecto “Disk Detective”, que impulsa la Nasa e implicó el análisis de imágenes correspondientes a 1.700 astros. Se trata de una iniciativa colaborativa, en la que participan personas de distintas latitudes del mundo. Entre ellos se encuentra Hugo Durantini Luca, miembro del Grupo de Astrometría y Fotometría del Observatorio Astronómico de Córdoba. El trabajo fue publicado en Astrophysical Journal Letters. [14.12.2016]
Observatorio Astronómico de Córdoba
vickyrubinstein@oac.unc.edu.ar@unc.edu.ar
Hace dos años, a través de las redes sociales, Hugo Durantini Luca –actual miembro del Grupo de Astrometría y Fotometría del Observatorio Astronómico de Córdoba y estudiante de primer año de astronomía en la Facultad de Matemática, Astronomía, Física y Computación de la UNC–, se enteró del proyecto “Disk Detective” de la Nasa. En ese momento, sin mayores conocimientos sobre astrofísica, salvo las inquietudes propias de un entusiasta, comenzó a participar en forma voluntaria. Hoy es uno de los autores de la publicación científica que reporta el descubrimiento de una nueva estrella.
Disk Detective se dedica a encontrar planetas alrededor de otras estrellas, mediante la detección de discos de gas y polvo muy particulares que las rodean. Más de 30 mil usuarios alrededor del mundo forman parte de esta iniciativa, de los cuales 12 son usuarios frecuentes.
Encontrar estos discos es una tarea compleja. Requiere observar y analizar atentamente las imágenes para identificarlos correctamente y evitar confundirlos con imágenes de galaxias o nebulosas distantes. «Se buscan estrellas rodeadas por estos discos porque es allí donde se están formado los planetas. El descubrimiento de estos discos –llamados «discos de escombros» o «discos YSO/protoplanetarios», según su edad y contenido de gas– ha sido una de las principales misiones de los astrónomos durante las tres últimas décadas», explica Durantini Luca.
En la actualidad se conocen dos tipos de disco: los “Debris”, que son muy antiguos y ya no poseen formación planetaria (nuestro sistema solar posee uno de este tipo); y los protoplanetarios, donde aún se están formando planetas.
Cerca, pero no tanto
Este descubrimiento en particular surgió como parte de un trabajo enfocado en buscar estrellas que formen parte de grupos de estrellas jóvenes originadas en un mismo lugar. Para ello se utilizó un muestreo de aproximadamente 1.700 estrellas, registradas a través del programa BANYAN, una herramienta de análisis que ayuda a identificar nuevas y posibles candidatas para conformar este grupo de estrellas. Así fue como este equipo de científicos ciudadanos encontró a AWI0005x3s, una nueva estrella que podría formar parte de este catálogo.
El astro se encuentra a 212 años luz de nuestro Sol y es imposible verlo a ojo desnudo, ya que tiene una magnitud aparente bastante débil: 17.8. Cabe recordar que en este campo, a mayor el número de magnitud más débil es el objeto. Magnitud 30 es la más débil que ha podido observar el Telescopio Espacial Hubble, por ejemplo. No obstante, la estrella descubierta sí puede ser observada con un telescopio por su relativa proximidad a la Tierra, lo que facilitará futuros estudios de seguimiento.
Se trata de una estrella tipo M, una variante muy complicada para estudiar porque son frías y difíciles de ver. Su particularidad es que se trata de la más vieja encontrada hasta el presente con un disco tipo Debris.
Hasta el momento se conocía que estos discos se disipan cuando la estrella alcanza aproximadamente los 30 millones de años, pero la estrella descubierta tiene más de 45 millones de años, lo que implicaría un cambio en nuestro entendimiento sobre las restricciones evolutivas de los discos Debris alrededor de este tipo de astros.
Los ciudadanos científicos coautores de este hallazgo, miembros de un grupo de usuarios avanzados, se ofrecieron para ayudar a la investigación de los candidatos a disco. «Sin la ayuda de los ciudadanos científicos que examinan estos objetos, nunca podríamos haber visto esta estrella», declaró en un comunicado de prensa Marc Kuchner, director de Disk Detective y astrofísico del Centro Espacial de Vuelo Goddard de la Nasa en Greenbelt, Maryland, Estados Unidos.
“Siempre me apasionó la astronomía, desde que era pequeño. Siempre supe que me quería dedicar a esto», añade Durantini Luca. Y completa: «Me siento muy orgulloso de formar parte de este programa, realmente me parece una gran aventura poder colaborar con la Nasa y aportar un pequeño granito de arena al entendimiento de nuestro Universo».
Desde el lanzamiento del sitio web Disk Detective de la Nasa, en enero de 2014, aproximadamente 30.000 ciudadanos científicos han realizado unas dos millones de clasificaciones de objetos estelares, incluyendo las que condujeron a este descubrimiento. A través de Disk Detective, ciudadanos científicos estudian los datos de la misión Wide-field Infrared Survey Explorer de la Nasa (WISE), el proyecto de Two-Micron All Sky Survey de la agencia, y otros relevamientos estelares.
El documento «Green Paper on Citizen Science: Citizen Science for Europe» describe a la Ciencia Ciudadana como «el compromiso del público general en actividades de investigación científica; cuando los ciudadanos contribuyen activamente a la ciencia con su esfuerzo intelectual o dando soporte al conocimiento con sus herramientas o recursos”.
De esta forma, a medida que los voluntarios aportan valor a la investigación, también adquieren nuevos conocimientos o habilidades, así como un mayor conocimiento del método científico. “Como resultado de este escenario abierto, colaborativo y transversal, las interacciones entre ciencia-sociedad-políticas investigadoras mejoran, conduciendo a una investigación más democrática, fundamentada en la toma de decisiones basada en evidencias informadas surgidas del método científico, total o parcialmente, por parte de científicos amateur o no profesionales”, explica el documento.
Fecha de publicación: 14 diciembre, 2016