El E-ETL, un proyecto del Observatorio Austral Europeo (ESO), demandará una inversión aproximada de mil millones de euros y brindará una calidad de imagen sin precedentes, debido a su capacidad para corregir la turbulencia atmosférica. Según algunas estimaciones, el telescopio tendrá un tamaño equivalente a medio estadio de fútbol.

La postulación del Cordón de Macón como emplazamiento posible del instrumento es resultado del trabajo de caracterización que durante ocho años realizaron cinco científicos del Instituto de Astronomía Teórica Experimental del Observatorio Astronómico de la Universidad Nacional de Córdoba. Se trata de Pablo Recabarren, Hernán Muriel y Diego García Lambas, a cargo de las mediciones de la calidad de cielo, y Víctor Renzi y Rubén Vrech, responsables del apoyo logístico y técnico.

«El ojo de la tierra» es un documental que registra la última etapa del trabajo de los investigadores de la UNC.

Con todo, el 26 de abril de 2010, el ESO seleccionó el Cerro Armazones, ubicado en el Desierto de Atacama, Chile, para emplazar el E-ETL.  El país trasandino se han instalado una gran parte de los telescopios de última generación, por la calidad de sus sitios para la observación astronómica.

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Fecha de publicación: 11 agosto, 2010