“En el mundo, Argentina es el país que más se esforzó por llevar a los responsables de la violación de Derechos Humanos ante la Justicia”

"En el país del no me acuerdo… doy tres pasitos y me pierdo". La frase de la escritora María Elena Walsh hilvana, apenas en un puñado de palabras, el argumento más férreo sobre el que se asienta el proceso colectivo de reconstrucción de la memoria: sin conciencia sobre el pasado, es imposible siquiera pensar en el futuro. La idea adquiere más fuerza en Argentina, cuya historia reciente está signada por la irrupción de una dictadura que le valió la vida a 30 mil personas e instrumentó una violación sistemática de los Derechos Humanos de la población.

Para propiciar el debate sobre éste y otros ejes, días pasados se llevó a cabo el seminario interdisciplinario Arquitectura para la Memoria, un espacio donde convergieron intelectuales y especialistas de la Universidad Nacional de Córdoba y organizaciones no gubernamentales (ong´s) para compartir enfoques y experiencias sobre las formas de recuperación de la memoria. El encuentro, que se extendió del 27 al 29 de abril, surgió como iniciativa de la Facultad de Arquitectura, Urbanismo y Diseño, la Universidad Witwatersrand de Johannesburgo (Sudáfrica), la Cancillería Argentina y el Archivo Provincial de la Memoria.

Silvia Fernández de Gurmendi, directora de Derechos Humanos de la Cancillería de Argentina, fue una de los disertantes de la primer jornada. En diálogo con Hoy la Universidad, evaluó la percepción que existe en el contexto internacional sobre las acciones desplegadas para juzgar a los responsables de la represión en el país, puntualizó las dificultades que enfrentan estos procesos y valoró la recuperación de los espacios de memoria.

¿Cómo se perciben a nivel internacional los juicios contra los represores que se llevaron a cabo en el país durante el último tiempo?

En el exterior, Argentina ha alcanzado un gran prestigio internacional gracias a sus esfuerzos para combatir la impunidad por lo ocurrido en los ´70. Existe un fuerte seguimiento del caso argentino por parte de organizaciones preocupadas por la problemática y el resto de los Estados. En este sentido, Argentina está a la vanguardia en los procedimientos por violaciones masivas de Derechos Humanos.

Silvia Fernández de Gurmendi, directora de Derechos Humanos de la Cancillería¿Cuál es el papel que tiene la recuperación de los centros clandestinos de detención en el proceso de recuperación de la memoria?

Es importantísimo y es uno de los objetivos de este tipo de seminarios, vinculados con el recupero, construcción y restauración de sitios de la memoria. Son absolutamente esenciales, no sólo para recordar el legado de los abusos del pasado, sino para que funcionen como formas de prevenir atrocidades futuras.   

¿Cuáles son los principales obstáculos que existen en Argentina para la reconstrucción colectiva de la memoria?

En 25 años, desde la restauración democrática, hubo avances y retrocesos. Obviamente no ha sido fácil lidiar con los abusos masivos del pasado. Es necesario comprender que no se trata de un proceso lineal. De todos modos, Argentina tiene un récord en esfuerzos continuados para lograr el esclarecimiento de los hechos, la reparación de las víctimas y la memoria de lo ocurrido.

En Argentina, llevó tres décadas llevar a los responsables de la represión a los tribunales, ¿cómo es el caso del resto de los países del Cono Sur?   

Depende de cada Estado, pero Argentina es uno de los países en el mundo que más hizo por llevar a los responsables ante la justicia. Dentro de América latina, hemos realizado muchos esfuerzos y no hay muchos Estados en el resto del mundo que hayan hecho tanto hincapié en estos procedimientos. Obviamente, son extensos y eso es un problema, pero también es parte de la complejidad de juzgar este tipo de hechos, que son muy delicados, masivos y en los que el paso del tiempo aumenta las dificultades de investigación y enjuiciamiento. No obstante, los obstáculos de este tipo de procedimiento no se presentan sólo a nivel nacional, los tribunales penales internacionales también deben lidiar con juicios muy extensos, gran número de testigos y dificultad para recuperar las pruebas. En eso, Argentina no es única.

 
Cuadratín G3  MEMORIA, JUSTICIA, VERDAD Y REPARACIÓN    
En su presentación, Silvia Fernández de Gurmendi explicó que la defensa del sistema de Derechos Humanos y la reparación de lo ocurrido en Argentina requiere un aporte interdisciplinario que convoque a múltiples sectores de la academia e involucre a la sociedad.

Remarcó que Argentina ha contribuido sostenidamente en todas las iniciativas de defensa de los derechos humanos tanto a nivel regional, en el Mercosur y en la Organización de los Estados Americanos, como a escala mundial, en el Consejo de Derechos Humanos de las Naciones Unidas. Y señaló que la política exterior en materia de derechos humanos está fundamentada en cuatro ejes: memoria, verdad, justicia y reparación.

En sus palabras se detuvo en el segundo punto: las acciones que apuntan a consolidar y desarrollar un derecho autónomo a conocer la verdad, aun fuera de procedimientos judiciales. Esto se debe a que hubo momentos en la historia argentina donde se dificultó llevar adelante los juicos a los responsables de violaciones a los derechos humanos, pero se consolidó el derecho a conocer la verdad.

"Hoy Argentina sigue promoviendo este derecho a través de la promoción de la presentación de resoluciones en la OEA y Naciones Unidas, donde se reivindica la existencia de derecho de las víctimas, pero también de la sociedad en su conjunto a conocer la verdad de los hechos y la identidad de los perpetradores y las víctimas", apuntó la funcionaria.

En este contexto, comentó que en marzo se elevó al Consejo de Derechos Humanos en Ginebra un instrumento complementario al derecho a la verdad, donde se hace hincapié en la genética para identificar restos de víctimas y restituir la identidad de quienes, siendo niños, fueron despojados de esa identidad por ser apoderados por los represores. La iniciativa fue llevada adelante con el equipo de Antropología Forense y Abuelas de Plaza de Mayo.

En materia de memoria, la política exterior argentina promueve la creación y gestión adecuada de documentación, y los archivos de las atrocidades cometidas en la década de los 70 integran hoy el programa Memoria del Mundo de la Unesco. Cabe recordar que con la colaboración de esa entidad internacional se acaba de crear en el predio de la Escuela de Mecánica de la Armada (Esma) un instituto mundial para la educación en Derechos Humanos.

"Esto no sólo está basado en la importancia de poner en valor el pasado como parte de un sistema de recuperación de identidad y reparación de víctimas y la sociedad en su conjunto, sino partiendo del convencimiento de que la memoria es un instrumento fundamental para la prevención de futuras atrocidades. Argentina se ha convertido en líder en materia de iniciativas para la prevención del genocidio", agregó.

 
Cuadratín G3  FORO EN SUDÁFRICA   

El seminario interdisciplinario Arquitectura para la Memoria fue el preludio de un Foro que, a partir de una iniciativa de la Cancillería Argentina y la ONG Memoria Abierta, se llevará a cabo en Sudáfrica durante octubre y busca intercambiar reflexiones en materia de reconstrucción y restauro de sitios de memoria del Apartheid y el Terrorismo de Estado. La elección de ese país para efectuar el encuentro obedece, según indicó Fernández de Gurmendi, a que tanto Argentina como Sudáfrica poseen legados de un pasado de abusos, ambos experimentaron procesos de transición y al recuperar sus democracias se situaron a la vanguardia de lo que se conoce como "justicia transicional".

"En Sudáfrica, la Comisión de Verdad y Reconciliación fue un instrumento muy importante en la salida del Apartheid y la consolidación democrática. En Argentina, fue emblemático el juicio a las Juntas. Si bien en nuestro país se hizo hincapié en procedimientos judiciales a los responsables de lo ocurrido, en ambos casos se utilizaron mecanismos que buscan identificar
los hechos y las circunstancias, procuran conocer a los perpetradores y a las víctimas, y tratan de lograr algún tipo de reparación", explicó.