Los cielos que construyeron los inmigrantes europeos

Un trabajo final de la Licenciatura en Astronomía indagó cómo ven el firmamento quienes emigraron desde el Viejo Mundo y se radicaron en el norte de la provincia de Santa Fe, en Argentina. El trabajo pone en diálogo los saberes académicos con los legados culturales de esas comunidades y al hacerlo pone en evidencia que “el cielo” de determinada sociedad está lejos de ser algo estático o acabado, sino que, por el contrario, se encuentra en constante construcción. [06.06.2019]

Por Eliana Piemonte
Colaboradora UNCiencia
Prosecretaría de Comunicación Institucional – UNC
eliana.piemonte@unc.edu.ar

La astronomía cultural es una disciplina que aporta una mirada antropológica o sociológica a la astronomía académica. Desde esa perspectiva, las “astronomías” o “los cielos”  de los diferentes grupos sociales son dinámicos y diversos. Por eso plantea que deben ser abordados desde una perspectiva regional, histórica y atenta a los cambios.

En esa línea se inscribe la investigación que Armando Mudrik realizó como tesis de la Licenciatura en Astronomía de la UNC. Se trata de un trabajo etnográfico enfocado en las “astronomías” de las comunidades que interactúan en la región chaqueña desde el proceso histórico de la colonización agrícola, en el norte de la provincia de Santa Fe.

El trabajo de campo detrás del estudio desarrollado por Mudrik tuvo dos etapas. En la primera, se vinculó con nietos e hijos de inmigrantes italianos, alemanes, suizos, alemanes del Volga (“ruso alemanes”) y españoles presentes en las localidades y zona rural de Santurce, Colonia Clara, San Guillermo y San Cristóbal.

En la segunda etapa, trabajó con inmigrantes y descendientes de inmigrantes judíos del centro y este de Europa, como así también con no judíos descendientes de italianos, polacos, ucranianos y lituanos, radicados en Moisés Ville, Monigotes, Palacios y Las Palmeras.

Imagen alusiva al video

“La convergencia en el mismo espacio geográfico de inmigrantes con distintos vínculos previos con el cielo, la agricultura y la ganadería, generó una variedad de nuevas relaciones con el espacio celeste. Estas nuevas relaciones fueron resultado de intercambios –principalmente de manera oral y en el contexto de la práctica–, durante procesos de socialización como el trabajo en las chacras, las fiestas o ceremonias religiosas”, cuenta Mudrik.

En esa línea, explica que las conceptualizaciones del cielo son colectivas, por lo que este trabajo muestra cómo estos grupos migrantes han incorporado saberes de otros grupos con los que entraron en contacto en la región. Por otra parte, “las ideas sobre el espacio celeste registradas entre los colonos, se apoyan en los mismos esquemas de percepción y clasificación que utilizan las sociedades en otros aspectos de su vida social.  En otras palabras, los fenómenos celestes se perciben y clasifican de acuerdo con los mismos principios de división que son usados en la percepción de los demás objetos, personas, eventos y procesos”, completa Mudrik.

La luna como recipiente

Una de las ideas que surgió del trabajo de campo con descendientes de colonos –principalmente polacos, ucranianos e italianos–, es que tanto las lluvias como los períodos secos en el mes o a lo largo del año, comienzan cuando son observados determinados cambios en las fases lunares. Principalmente los colonos estaban interesados en las posiciones –respecto al horizonte– que las cúspides de la luna o “las guampitas” alcanzaban con cada luna nueva. En este sentido, los interlocutores afirman que “guampitas para el norte, anuncian lluvia o vientos” y “guampitas para arriba” es sinónimo de sequía.

En este contexto, la luna es pensada simbólicamente como un recipiente. Detrás de esta idea subyace un simbolismo según el cual la luna nueva simboliza un recipiente que contiene agua y la vuelca si la luna está bien parada o con las guampitas para el norte, o la retiene si está con las guampas para arriba. El ejemplo permite advertir cómo los colonos piensan el cielo, recurriendo a modelos que comparan los astros con objetos del entorno humano, tales como un recipiente de agua.

Además, luego de un análisis estadístico de los períodos de precipitaciones en la región abordada y las fases lunares sobre las que hacen mención los interlocutores, Mudrik explica que es probable que esa idea de sincronicidad entre la inclinación del creciente lunar y lapsos de lluvia o sequía, haya sido reforzada como resultado de un conocimiento de los ciclos de su entorno físico, donde efectivamente tal correspondencia está presente.

“Con el estudio estadístico que realicé no intento juzgar ni demostrar la validez del conocimiento de los colonos y sus descendientes. Lo que pude ver, desde la estadística, es que las construcciones de los colonos y sus descendientes pueden estar reforzadas por observaciones empíricas”, aclara Mudrik.

Para el investigador, estas concepciones muestran cómo los colonos y sus descendientes ven en el cielo un espacio de signos o señales que deben ser leídos para anticipar ciertas etapas de las actividades productivas.

Kabalat Shabat en la sinagoga Baron Hirsch de MoisésVille.

Tradiciones religiosas vinculadas al espacio celeste

La investigación con colonos cristianos y judíos presentes en esa región del norte de Santa Fe, también le permitió identificar los distintos tipos de autoridad que coexisten detrás de las construcciones entorno al cielo vinculadas a prácticas e ideas religiosas: la autoridad de la tradición en temas religiosos, junto a la autoridad de la ciencia y técnica en temas profanos.

Abordando el plano social religioso de colonos judíos, Mudrik estudió las ideas entorno a la orientación de sinagogas y tumbas construidas en las colonias por estos migrantes y sus descendientes.

Según la tradición, los templos judíos deben estar orientados hacia Jerusalén. Según los colonos y sus descendientes, con quienes trabajó Mudrik, los templos y tumbas “miran al este, a Jerusalén”.  Motivado por estas afirmaciones, el astrónomo realizó un estudio estadístico luego de medir las orientaciones de esas construcciones, y los resultados revelan que las mismas están orientadas respetando la traza urbana o rural en las que se encuentran insertas, y efectivamente en dirección a la región oriental del horizonte (lo que puede ser entendido como “el este”), pero no precisamente hacia Jerusalén.

Pese a ello, los interlocutores judíos no ven una contradicción ante esta situación. Para ellos en el contexto religioso de su vida social, las sinagogas y tumbas miran “al este, a Jerusalén”, pero otros contextos reconocen que Jerusalén se encuentra en otra dirección. En este sentido, los entrevistados asumen que lo incorporado en la tradición –lo que afirma la Biblia o el Talmud, por caso– es una obviedad real; mientras que al estar fuera del ámbito religioso, por ejemplo cuando quieren saber la dirección a Jerusalén, consultan un mapa o una brújula.

Por el lado de los colonos cristianos y en relación al cielo nocturno, existen también diversos relatos. “Los descendientes de colonos italianos en Santurce señalaron que en los días próximos a la Navidad era posible observar a ‘los Reyes Magos preparando los regalitos en las manchas de la luna’. Otra tradición recogida –esta vez relatada por descendientes de alemanes del Volga– se vincula con la observación de la salida del sol el domingo de Pascua: la práctica consistía en instar a los niños a presenciar el amanecer y observar ‘un conejito que se movía tres veces’”, comenta Mudrik.

Consultado sobre el perfil poético de algunas expresiones recogidas en su tesis, el joven señala: “Al conocimiento que abordo en mis estudios lo llamo  ‘tradicional’, pero no porque sea algo ancestral e inmutable, sino porque tiene las características de ser un conocimiento construido y atravesado por la oralidad en los procesos de socialización, y que muchas veces se condensa en expresiones orales que podríamos llegar a ver como bellas o con cierta poesía”.

Con todo, la astronomía cultural es un campo que permite tomar conciencia del carácter de producto histórico y social de la astronomía. Quizás nada grafique mejor su carácter interdisciplinario que los sobrenombres con que Mudrik era reconocido en las comunidades donde realizó su trabajo etnográfico: “el de las estrellas”, “el historiador ”, “el arqueólogo”, “el astrólogo” y “el antropólogo”.

Título de la tesis | Astronomías de migrantes y sus descendientes en el contexto de colonias agrícolas del sur de la región chaqueña argentina. Marzo 2019
Director | Dr. Alejandro Martín López
Unidad académica | Facultad de Matemática, Astronomía y Física